La ministra de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, dio ayer un paso más. Se dejó de anuncios hetéreos y sin compromisos concretos y dijo que se destinarán 60 millones de euros para limpiar el cauce del Ebro. El Gobierno central, explicó, aprobará planes sobre el riesgo de inundaciones de los ríos a finales de año en el marco de la revisión de los planes hidrológicos.

La ministra concretó, en el marco de un desayuno informativo y ya lejos del descontento de los pueblos ribereños, que su departamento destinará 60 millones de euros a la limpieza del cauce del Ebro en el marco del Real Decreto para paliar los daños de las inundaciones que el Gobierno tiene previsto aprobar este viernes.

No obstante, insistió en que esos 60 millones no serán "la cifra definitiva", alegando que mientras no haya datos de "cómo ha quedado el río, no se sabrá todo lo que hay que indemnizar". En esa línea, recordó que quiere crear un grupo de trabajo que estudie la posibilidad de dragar el río, y que esta medida "no será única, pero ayudará a la limpieza" de cauce.

PRESENCIA Frente a las críticas de la oposición sobre "la tardanza" en reaccionar del presidente Mariano Rajoy, defendió "que el Gobierno ha estado muy presente desde el principio en las zonas afectadas", y citó que la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría visitó la zona el pasado 11 de febrero. "Como no dijo ningún taco quizá pasó más desapercibida", apuntilló la ministra en referencia a las palabras del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. Esta, además, pidió ayer al líder socialista ser "un poco serio y muy prudente", ante la riada del Ebro y no "embarrar" con declaraciones.

Por otro lado, García Tejerina repasó las obras de infraestructura hidráulica que su departamento ha llevado a cabo en los últimos años para evitar inundaciones como las que está provocando la crecida del Ebro. Entre ellas, destacó la reanudación de presas que estaban paralizadas, "que es lo que más facilita la regulación del agua", y añadió que ahora hay 12 presas en construcción en Aragón, y 16 embalses en toda España.

"Cuando llegamos al Gobierno nos faltaba presupuesto pero no decisión política", subrayó García Tejerina, quien dijo que su máxima ha sido "transformar el agua en un campo de acuerdos, en lugar de un campo de batalla", en tanto que "veníamos de una época triste". En ese sentido manifestó que "en tres años se ha hecho la planificación hidrológica que se tenía que haber hecho antes, en el 2009", y que "hemos avanzado en saneamiento y depuración para que los ríos estén más limpios". "Hemos trabajado pensando en las personas, y esta visión es la que nos ha permitido llegar a grandes acuerdos, como el trasvase Tajo Segura", concluyó.

CRÍTICAS Las referencias a este trasvase, como ya hizo en Zaragoza el pasado martes, le han valido no pocas críticas en Aragón. Las más contundentes las del portavoz socialista en el Parlamento autonómico, Javier Sada, que ayer pidió la dimisión de García Tejerina, porque fue "palanganera" de las voces trasvasistas que se han generado en el Levante. También lo pidió el portavoz de CHA en Zaragoza, Juan Martín, por no haber hecho "nada" por respetar el plan consensuado hace más de diez años que preveía una zona verde entre Utebo y Alagón que abría laminado buena parte del caudal.

Mientras crece el malestar en Aragón, la Mesa y la Junta de Portavoces de las Cortes acordaron ayer las comparecencias de la presidenta del Gobierno, Luisa Fernanda Rudi y de los consejeros de Interior y Medio Ambiente, Antonio Suárez y Modesto Lobón, respectivamente. Lo harán el próximo jueves.