Ciudadanos insiste en prorrogar e incluso ampliar la actual aplicación del artículo 155 de la Constitución tras la elección de Joaquim Torra como president, pero ese no es el camino del Gobierno. Tampoco el del PSOE. Frente a Albert Rivera, que acusa al Ejecutivo de «mirar hacia otro lado» en Cataluña, Mariano Rajoy y Pedro Sánchez defienden esperar a las decisiones, más allá de las palabras, de Torra, pero al mismo tiempo consideran que esta vez no convendría demorar en exceso la puesta en marcha de la suspensión de la autonomía. A diferencia del año pasado, cuando se esperó a la aprobación en el Parlament de las leyes de desconexión, el 1-O y la declaración unilateral de independencia (DUI), el presidente del Gobierno y el líder socialista coinciden en que la intervención debe ponerse en práctica en cuanto haya ilegalidades.

Rajoy se reunirá con el líder socialista, Pedro Sánchez, en la Moncloa hoy por la mañana. Con Albert Rivera, en un ambiente mucho más enrarecido tras las críticas del líder naranja y la amenaza de retirar su apoyo al Gobierno en Cataluña, lo hará el próximo jueves.

La idea del Ejecutivo central, en sintonía con el PSOE, consiste en juzgar por sus «hechos» a Torra, que durante su discurso de investidura dijo que el «president es Carles Puigdemont». Por un lado, se recurrirán todas las leyes del Parlamento que se consideren inconstitucionales. Por otro, se reactivará el 155 ante las primeras decisiones ilegales y encaminadas hacia la independencia de Cataluña. El Gobierno enviaría en ese caso un requerimiento a la Generalitat, paso previo necesario para poner en marcha el procedimiento de la suspensión autonómica, dando una oportunidad a Torra para que rectifique. Si no lo hace, Rajoy acudiría al Senado para aprobar la intervención, mostrando tanto a Torra como a Rivera, en un momento en el que el líder naranja conquista al electorado tradicional del PP, la importancia de seguir los cauces legales.

«LA PRIMERA CUESTA MÁS»

«Lo que he escuchado en las últimas horas no me ha gustado, pero voy a juzgar los hechos. Vamos a apostar por el entendimiento y la concordia. De la misma manera que digo esto, y lo digo porque lo siento, garantizo que la Constitución se va a cumplir», señaló Rajoy en Segovia. Desde el PSOE, su secretario de Organización, José Luis Ábalos, defendió una «solución política», no solo medidas «excepcionales», pero dejó claro que su partido defendería «sin complejos» la reedición del 155. El número tres de los socialistas empleó una gráfica frase. «Cuesta más la primera vez que la segunda», dijo.

Poco antes, Rivera había apelado al Gobierno y al PSOE a ponerse de acuerdo para «extender» la actual intervención, ampliándola hasta el control de los medios públicos catalanes, pese a que el acuerdo alcanzado en el Senado señala que el 155 decaerá cuando se forme Gobierno en Cataluña. Sin citar al líder de Ciudadanos, Mariano Rajoy pidió «dejar de lado la ansiedad, que no resuelve una situación tan compleja como esta». Ábalos se mostró contrario a «los ataques de histeria».