Esta recreación pertenece a una publicación que Greenpeace publicó en el año 2007 y en la que advertía sobre los efectos que podrían causar el cambio climático. En este libro, se recogen diferentes imágenes y sus correspondientes montajes para comprobar el daño que sufrirían diferentes zonas de la geografía española en un futuro no muy lejano. Una de esas predicciones era que el caudal del Ebro podría disminuir hasta el 80% como consecuencia de las altas emisiones de gases de efecto invernadero. Ese hipotético Ebro seco impacta en comparación con la riada que ha devastado las riberas durante esta semana.