Hasta última hora existía la incertidumbre sobre el futuro del plan de equilibrio financiero que presentó el Departamento de Hacienda de Aragón al ministerio en el que presentaba los ajustes sobre el presupuesto para cumplir con el objetivo de déficit del 2013, tras superar en siete décimas el tope fijado. Finalmente, fue el único de los seis planes que se iban a someter a estudio que se aprobó, para el alivio del consejero Javier Campoy. El informe contó con el apoyo del Gobierno central y todas las comunidades autónomas, a pesar de que alguna mostró su incomodidad por ver cómo solo se aprobaba el aragonés y se posponía para octubre el presentado por Navarra (pendiente de una reunión bilateral, como marca la especifidad foral), Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Murcia y Cataluña.

Este estuvo negociando prácticamente hasta que sonó la bocina con el ministro Cristóbal Montoro para que se aprobara, una vez incluidas algunas modificaciones sobre el documento --cuyo contenido es desconocido por todos salvo por las dos administraciones-- atendiendo a las demandas de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef). Finalmente, el plan de equilibrio financiero contempla ajustes presupuestarios de 200 millones de euros que, según el consejero de Hacienda, Javier Campoy, no tendrán ninguna incidencia sobre los servicios públicos ni sobre el bienestar social de los aragoneses.

EJECUCIÓN Según el consejero de Hacienda, este plan está ejecutado ya al 30%, con algunas medidas puestas en marcha en los dos últimos meses, como la venta de patrimonio público por importe de 7,5 millones de euros o la reducción de los intereses de la deuda del plan de pago a proveedores, que permiten un ahorro de un millón al mes.

La contención del gasto, indicó en un comunicado el Gobierno de Aragón, no se aplicará por departamentos sino de manera transversal, en los capítulos menos sensibles del Presupuesto. En concreto, se va a seguir trabajando para rebajar al máximo los gastos financieros, reducir el gasto corriente en el funcionamiento interno de la Administración y se pospondrán las inversiones menos eficaces por su retorno social y económico.

La Hacienda aragonesa solo reconoce un desvío de 93 millones, ya que el resto, hasta los 202, considera que es un déficit coyuntural y, por tanto, corregible. Entre las medidas que contempla el plan presentado por Aragón se prevé la inejecución de partidas presupuestarias por un importe de 148 millones de euros, y junto a ella, una mejor recaudación fiscal, calculada en unos 25 millones de euros. Todo ello sin que se incremente la presión fiscal. Al contrario, ya que uno de los compromisos políticos del Gobiero es continuar rebajando la carga impositiva. Aunque esta rebaja será, finalmente, inferior a lo que deseaba la coalición PP-PAR.

Está por ver si estos ajustes presupuestarios resultarán eficaces y contribuyen a la estabilidad presupuestaria de la comunidad. El consejero Campoy aseguraba ayer que era "una buena noticia" la aprobación de un plan "serio, riguroso y fiable" y se mostró convencido de que "los frutos se están empezando a ver".