El político aragonés más relevante en el panorama español abandona el territorio. Total, tiene mejor cartel fuera que dentro. Los suyos lo han tenido por un héroe, pero a Echenique no le ha interesado la gestión institucional aragonesa. O no ha querido bajar a lo concreto o no ha sabido. No ha sido capaz de abanderar temas con garra en la comunidad por mucha contundencia verbal y retórica que haya puesto. Es verdad que él es más que nadie el símbolo de lo alternativo. Pero su debe con Aragón es grande. Y se va, como otros de la «casta».