El pleno del Ayuntamiento de Zaragoza dio ayer el espaldarazo definitivo a los presupuestos de este año poniendo fin a varios meses de incertidumbre y tras un rosario de críticas cruzadas entre los grupos municipales con Izquierda Unida en la diana por su escalada de exigencias de los últimas semanas. Como ya era previsible después de que su militancia diese luz verde a las cuentas, IU sí aprobó el proyecto presentado por el equipo de Gobierno de la ciudad, al que se han sumado tanto sus enmiendas como las de Chunta Aragonesista, en un vía crucis que incluyó hasta un coitus interruptus el pasado mes de diciembre.

Ahora hay acuerdo formal pero el recorrido de los tres grupos no será un camino de rosas y CHA ya avisó ayer de que no pondrá la alfombra roja para a los acuerdos bilaterales PSOE- IU. Cualquier decisión que requiera los votos de los tres ediles de la formación nacionalista se estudiará. Y el sí no está garantizado. Lo cierto es que la alianza entre los tres socios (PSOE, CHA e IU) se reeditó una vez más tras un proceso que ha tenido mucho de postureo en los últimos meses. Zaragoza tendrá presupuestos, pero está por ver cómo se plasmarán las enmiendas que han introducido los grupos dado el escaso tiempo que queda antes de los comicios y también cómo se recompondrán las relaciones tras los últimos dardos. Con las urnas tan cerca, todos quieren distinguirse.

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Quizás por ello, y tras el protagonismo alcanzado por IU en los meses anteriores, Chunta Aragonesista quiso hacer valer su papel, decisivo como el de las otras dos formaciones a la ahora de alcanzar acuerdos --solo los tres juntos con sus 16 ediles pueden superar los 15 del PP--. Arremetió contra IU por su "excesivo recurso a la hipérbole" en los últimos tiempos y avisó, ante los acuerdos políticos que el PSOE ha firmado con la formación, de que "hacen falta 16 votos" para aprobar muchos de ellos. "Nadie ha hablado con nosotros. La militancia de IU tiene todo nuestro respeto, pero también hace falta respeto para los concejales del PP y para los de CHA, que somos humildicos pero somos tres", indicó el portavoz de la formación nacionalista, Juan Martín. Por eso, indicó, "nos sentaremos a hablar asunto por asunto y el voto de CHA no está garantizado".

El malestar por esa política de la "hipérbole" que, a su juicio, ha llevado a cabo Izquierda Unida era evidente. "Hipérbole es pedir incrementar la partida para los estudios del tranvía sabiendo que habría una baja considerable, también cuando se hace una lista de peticiones en la que cada día que pasaba eran dos huevos duros más", indicó Martín.

Ya había avanzado en su intervención el portavoz de IU, José Manuel Alonso, que iban a ser el blanco de las críticas porque en el consistorio se había instalado la "teoría de la predestinación", por la que su formación "no tenía más remedio" que aprobar el presupuesto, con "faltas de respeto" al partido y a su militancia. No erró, recibió las de Chunta y también de las del PP. Cumplido el objetivo de aprobar el presupuesto el PSOE asistió al intercambio de críticas como mero convidado de piedra.

El portavoz económico de los populares, Jorge Azcón, repasó algunos de los requisitos que planteó IU para aprobar los presupuestos, recordó que las reformas de la harinera y el Luis Buñuel no se han adjudicado aún, y también que la eliminación del programa Redistribuye --uno de los proyectos estrella del área de Acción Social, el reparto de alimentos-- "nunca" había sido reclamada por IU. "La realidad es que IU es barata y hay elecciones, así que tenían que escenificar que conseguían algo que antes no habían conseguido", aseguró.

En las filas de Izquierda Unida, las críticas estaban asumidas, aunque no comprendidas. Y eso que el órdago fue hasta admitido por el propio José Manuel Alonso: "A veces las hipérboles son necesarias".