La fábrica de envases de plástico Gerresheimer de Épila siguió ayer trabajando, pero no fue una jornada normal. Faltaba su director general, Eduardo Ruiz Calatayud, que falleció en el accidente aéreo de los Alpes. "Los alemanes reconocían su valía", manifestó un miembro del personal que precisó que en el grupo, con 11.000 empleados en todo el mundo, lo habitual es que sean alemanes los máximos responsables. Ayer, a las doce del mediodía, se paró la actividad y se guardó silencio. Hoy, este acto de respeto se traslada a las plantas que la empresa tiene en Brasil, Dinamarca y Asia.