Unas temperaturas que rozan los 40 grados y un sol radiante en toda la península parecen haber adelantado la época de vaciones. Hay quienes esperan hasta última hora para organizar sus planes pero, los más previsores ya tienen planificadas sus vacaciones de verano.

En la provincia de Zaragoza, Antonio Presencio, presidente de de la Federación de Empresarios de Hoteles y Restaurantes (Horeca) de Zaragoza, augura un crecimiento, en julio y agosto, de entre «un 3% y un 5% aunque depende de la categoría del establecimiento y localidad en la que se sitúe».

En relación con la provincia, las previsiones son «buenas» y, según Bizén Fuster, responsable de turismo en la Diputación de Zaragoza (DPZ), los lugares más concurridos varían desde «el monasterio de Piedra, como uno de los más tradicionales hasta los balnearios de Jaraba y de Calatayud, así como, el pueblo viejo de Belchite, Anento, Sos o el Monasterio de Veruela». Sin embargo, la Oficina de Información y Dinamización en el torreón de Navardún, en la comarca de las Cinco Villas «ha multiplicado sus visitas aunque he de reconocer que se ha hecho una gran labor de promoción», aseguró.

El perfil de turista que visitará la capital aragonesa, según Presencio, será en su mayoría «franceses, italianos e ingleses, porque los asiáticos viajan aquí durante el resto del año». Además, prevén que este año siga aumentando el gasto medio de los turistas ya que «aunque se va recuperando, no llega a ser como en el 2008», confesó.

En la provincia oscense, el presidente de Horeca Huesca, Roberto Pac, tiene «buenas sensaciones aunque el clima nos tiene que acompañar porque si llueve o hace frío, la gente cambia sus planes y se va a la playa». Si todo sale como preven, la provincia superaría el 65%, más o menos, del nivel de ocupación del 2016», sentenció.

Hay puntos, como Jaca o Ainsa, que rondaron el 90% de ocupación y otros lugares, como el valle de Tena, Jacetania, Ribagorza, Loarre, Ainsa, Boltaña o Ansó, que aunque no pudieron alcanzar dichas cifras, tuvieron unas pernoctaciones «bastante elevadas», indicó Pac.

El turismo Huesca busca realizar deportes de aventuras, senderismo o actividades relacionadas con la naturaleza por lo que se trata de un cliente más joven. «Este año se gastan un poco más que el año pasado pero en momentos específicos, aunque no ha vuelto a ser como antes», explicó Pac.

Por su parte, Teruel, según el presidente de Horeca en la provincia, Juan Ciércoles, acogerá «a numerosos turistas tanto en la capital como en el resto del territorio, tomando como referente el incremento del 12% en el nivel de ocupación en los últimos cinco meses». No obstante, se debe «esperar para poder saber las reservas de última hora que se realizan a través de internet que tienen un peso considerable», afirmó.

Los lugares más transitados de la provincia turolense se ubican en la zona limítrofe a Cataluña como son «el Maestrazgo, Matarraña y Albarracín. También llama mucho la atención Teruel como ciudad y, sobre todo, la fiesta de la Vaquilla, a principios del mes de julio», según Ciércoles. Excepto en esta última, el perfil de los turistas es familiar que quieren «pasar unos días tranquilos cerca de la naturaleza aunque, este año, con el 800 aniversario de los Amantes de Teruel, la capital prevé un aumento de parejas jóvenes», auguró.

Los tres coinciden en que el gasto medio del turista es «inferior» al de antes de la crisis a pesar de haber tenido un «repunte». En la provincia turolense, Ciércoles explicó que están fomentando la cultura gastronómica para «aumentar esa inversión, estableciendo ofertas de comidas y cenas. Lo que queremos es impulsar un turismo gastronómico para que los visitantes se animen a gastar un poco más», indicó.