El Hotel Vila de Calella decidió echar al centenar de agentes de la Guardia Civil que alojaba. El propietario del negocio, David Coll, en declaraciones a la ACN, explicó que la decisión se tomó tras el incidente entre vecinos y policías desencadenado durante la madrugada del domingo al lunes, cuando unos 50 vecinos se personaron en el hotel para increpar a los agentes. El sindicato del instituto armado AUGC, y un abogado en representación de la Benemérita, ya han anunciado que se querellarán contra el hotel y contra el consistorio por un delito de coacciones. Otros hoteles de Calella (Barcelona) han instado a policías y guardias civiles a abandonar sus instalaciones. En total, serían unos 500 los afectados, que tendrán que buscar otras instalaciones.

Respecto al Hotel Vila, la AUGC denuncia que el consistorio de Calella presionó para que se les expulsara, una acusación que ha negado el ayuntamiento, que asegura que está al margen.

En este hotel todo comenzó cuando varios antidisturbios de la Guardia Civil, al regresar el domingo por la noche a Calella, se encontraron con la visita de cincuenta manifestantes que acudieron a recriminarles las cargas policiales de la jornada del 1-O. Los guardias civiles llamaron a los Mossos d’Esquadra. El trabajo de los Mossos consistió en intentar mediar para lograr que los manifestantes se marcharan. Pero no obedecieron.

A partir de aquí, las versiones difieren. Unos afirman que los guardias civiles que pernoctaban en el hotel salieron, vestidos con ropa de calle, y a pesar de encontrarse fuera de servicio, usaron porras extensibles para cargar contra la manifestación. Pero fuentes de la Guardia Civil aseguran que tuvieron que reaccionar ante la pasividad que demostró la policía catalana frente a los manifestantes que los insultaban. Subrayan que hubo lanzamiento de objetos que hirieron a uno de los antidisturbios.

La tensión también se vivió ayer en la Jefatura de la Policía Nacional en la Vía Laietana de Barcelona. Hasta 15.000 jóvenes, según la Guardia Urbana, llegaron a concentrarse ayer ante la jefatura lanzando improperios, insultos y amenazas contra el cuerpo policial. Varias furgonetas de los Mossos, con algunos agentes firmes ante los manifestantes, se estacionaron a modo de barrera ante el edificio para proteger la instalación.

DENUNCIAS POR LESIONES / Los juzgados de toda Cataluña continuaban ayer recibiendo denuncias por lesiones producidas por la actuación de la Policía Nacional y la Guardia Civil. El total de heridos asciende a 893, según la Generalitat. De ellos, el más grave es el hombre que sufrió una lesión ocular por una pelota de goma lanzada por la Policía Naciona y que podría quedar ciego.El Ministerio del Interior, mientras, elevó a 431 la cifra de agentes heridos.