Casi seis millones de trabajadores y trabajadoras secundaron ayer los paros convocados por UGT y CCOO en toda España por el día de la mujer, el 8-M. Una vez incorporado el turno de tarde, la cifra total, inicialmente fijada en 5,3 millones de personas, se elevó a 5,9 millones de personas, en lo calificaron como una convocatoria de «huelga sin precedentes en la historia del movimiento sindical» en España. El seguimiento de los paros parciales fue mayoritario en «las principales empresas de la industria y los servicios y las administraciones públicas».

Todo ello estuvo acompañado de concentraciones multitudinarias en ciudades como Barcelona, Madrid, Bilbao, Sevilla y Valencia, bajo los lemas «Si nosotras paramos, se para el mundo», «Vivas, libres, unidas por la igualdad» o «Queremos el sueldo de Manolo».

Durante la jornada no se produjeron solo paros de dos horas por turno, sino que también hubo huelgas de 24 horas, convocadas por CNT, CGT, Intersindical y otras centrales minoritarias.

UGT pidió poner fin a la actual brecha salarial, que se incrementen los salarios más bajos, las pensiones y el salario mínimo interprofesional (SMI), así como acabar con la precariedad laboral y erradicar el acoso sexual y por razón de sexo en la empresa. CCOO, por su parte, destacó que el paro en universidades y enseñanza secundaria con alumnos que pueden hacer huelga fue «prácticamente total», y el resto del sector realizó los servicios mínimos. Según el sindicato, en el caso de la sanidad, el seguimiento de la huelga de dos horas se cuantifica entre el 75% y el 80% con cumplimiento de los servicios mínimos establecidos.

Algunas patronales sectoriales aseguraron sin embargo que la jornada reivindicativas para conseguir la igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres, no tuvo el eco que los sindicatos afirmaron haber tenido. Ni la huelga ni los paros fueron «mayoritariamente la fórmula elegida por parte de las empresas».