La movilidad en el transporte público es un elemento clave en el dispositivo de seguridad que la Junta Local ha diseñado para estas próximas fiestas del Pilar en las que Zaragoza seguirá, como el resto de ciudades españolas, en el nivel 4 reforzado sobre 5 de alerta terrorista tras los atentados de agosto en barcelona y Cambrils. Pero mientras la Delegación del Gobierno en Aragón recomendaba ayer a los ciudadanos y visitantes desplazarse con el bus, el tranvía y el taxi por la ciudad, la realidad es que los dos primeros mantienen activas sus convocatorias de paros para octubre y, en el caso de la línea Valdespartera-Parque Goya, su primera reunión de negociación en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA) se cerraba ayer con nulos avances.

Pero el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, sigue confiando en una pronta solución al conflicto entre el comité y Tranvías Urbanos, la operadora de la línea, y aseguró, en su visita a la delegación del Gobierno, que «es pronto» para plantearse unos servicios mínimos» que pueden ser cruciales para que el transporte público dé respuesta a la demanda. Los trabajadores, además, ni siquiera han recibido notificación de si este año van a seguir prestando servicio en Pilares durante las 24 horas del día.

El delegado del Gobierno, Gustavo Alcalde, por su parte, apeló a que las partes sean capaces de resolver sus diferencias. «Estoy convencido de que llegarán a un acuerdo porque tendrán el sentido común que seguro que tienen para no entorpecer las fiestas en una condición tan indispensable como el transporte público». Para la movilidad de la gente y para favorecer que se dejen el coche privado en casa, también por las medidas de seguridad y de control de la Policía.

Mientras, resaltó el compromiso del ayuntamiento por «reforzar el servicio» durante las fiestas. «No tengo por qué dudar de que haya acuerdo y su conflicto social no enturbie el desarrollo de las fiestas», concluyó.

IMPOSIBLE AVANZAR

Eso antes de conocer el desenlace en la primera reunión en el SAMA, en la que el gerente de la empresa operadora, Jorge Aguiar, su responsable de Recursos Humanos, Jorge Costa; y de Operaciones, Blas Pérez, se veían las caras con la representación sindical de los conductores del tranvía. Y en un primer intento fallido de acuerdo marcado por los nulos avances.

Al menos eso es lo que aseguró la presidenta del comité, Pilar Fuentes, en declaraciones a este diario tras ese primer encuentro. «Es frustrante que, a una semana de los paros, volvamos a empezar, regresemos a la casilla de salida». Según argumentó, los directivos de la empresa acudieron a la convocatoria «sin una sola respuesta a nuestras reivindicaciones». Peticiones que, aseveró, conocían desde que se decidió convocar la huelga y sobre las que es «imposible avanzar así».

Las dos partes se citaron nuevamente en el SAMA para el próximo jueves, a cinco días de que, el día 3 de octubre, comiencen las afecciones en el servicio y solo a 8 del pregón. «Esa actitud de enrocamiento es la que nos ha llevado a esta situación», afirmó Fuentes, quien lamentó que «el perjudicado será el ciudadano».