Pablo Iglesias y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau presionaron ayer al PSOE para sumar fuerzas y construir un nuevo Ejecutivo que garantice una consulta pactada con el Estado en los que los catalanes puedan decidir su futuro con garantías. «Hace falta un nuevo gobierno de unidad plurinacional y democrática que organice un referéndum, que lo negocie y que genere un diálogo constituyente que devuelva el protagonismo a la gente», reclamó Iglesias, que apeló directamente al líder del PSOE. «Compañero Sánchez, no caigas en la trampa de construir un frente con el PP. No se puede construir la democracia con el partido de la corrupción y el autoritarismo», le advirtió en la clausura de la asamblea.

El mismo mensaje dejó a Sánchez la alcaldesa de Barcelona.

«Desde la humildad y el respeto, la responsabilidad de Estado hoy es escuchar a Cataluña, no alinearse con un PP bunkerizado que está suspendiendo su autonomía», interpeló. La presión al PSOE llegó también del líder de los comunes, Xavier Domènech, quien cuestionó la efectividad de la comisión territorial abierta en el Congreso a iniciativa de los socialistas. «Nuestra solución no es pactar una comisión territorial en el Congreso con el PSOE y el PP. Nuestra solución pasa por el reconocimiento de la plurinacionalidad. En Catalunya el estado autonómico está agotado y nacerá más pronto que tarde la necesidad de un cambio constituyente que se tiene que construir tanto con los que quieren la independencia como con los que no», apostó.

Domènech hizo un alegato a favor de un pueblo catalán «mestizo». Cataluña «son todos los pueblos de España. Aquellos que vinieron de fuera no se integraron en Cataluña, construyeron una nueva Cataluña y una nueva España», defendió. La asamblea parlamentaria terminó con la lectura de un manifiesto que aboga por un referéndum acordado con el Estado y que no habla de autodeterminación ni de independencia.