Lo que no pudo ser antes de las elecciones tendrá que llegar una vez pasado el 26-J. El líder de Podemos, Pablo Iglesias, propuso ayer en Zaragoza "un Gobierno progresista de coalición" en el que esté presente el PSOE. Y aunque para armar una lista común al Senado no han sido capaces de tejer un acuerdo, Iglesias cree que será posible hacerlo para echar al Partido Popular del Gobierno, al que calificó de "rival común".

Ante las nuevas elecciones, que anunció como un "momento histórico" reivindicó que todas las formaciones anuncien "lo que quieren hacer". Podemos aspira "a formar parte de un Gobierno de coalición progresista" y para lograrlo explicó que "tenderán la mano" a los socialistas. Ante la evidencia de que la propuesta de concurrir unidos en las listas al Senado no ha llegado a buen puerto, asumió que tras el 26-J el panorama "será difícil". "Sabemos que para liderar el Gobierno de España tendremos que aliarnos con otros", dijo. También deseó que otros candidatos "formulen con tanta claridad" quiénes serán sus opciones para llegar a pactos.

Y ante el riesgo de que los socialistas repitan de nuevo un acercamiento con Ciudadanos o una coalición mayor, Iglesias mostró su convencimiento de que los votantes del PSOE "no permitirán un acuerdo con el PP".

El líder de la formación morada acudió ayer a Zaragoza acompañado por Pablo Echenique para responder algunas de las preguntas lanzadas por los simpatizantes que forman parte de los círculos del partido. Ante 1.100 espectadores, según la organización, el líder en Aragón consideró que el cambio de Gobierno es necesario "para frenar las políticas desarrolladas por el PP" y las que se aplicaron "durante la última etapa de José Luis Rodríguez Zapatero". Detalló el camino que Podemos ha seguido desde su aparición para las elecciones europeas y avanzó "por lo menos" cuatro diputados aragonesistas en el Congreso. La cita a José Antonio Labordeta despertó los aplausos del auditorio. Algo que igualmente sucedió con una mención a Alberto Garzón, que concurrirá junto a los morados en la coalición Unidos Podemos.

Las preguntas de los asistentes al acto abordaron asuntos como la ley mordaza, la reforma laboral, o las dificultados que existen para votar desde el extranjero. Echenique manifestó que el conocido como "voto rogado" es "un escándalo", especialmente por la dificultad que tienen los emigrados para conocer plazos, consulados o procedimientos. "Estamos convencidos de que el modelo se hace así de forma interesada", afirmó.

Iglesias también expresó que a los "ricos y poderosos no les gustan las leyes que sirven para proteger la educación o la sanidad pública". Por este motivo anunció una campaña centrada en la "gente anónima que ha descubierto que la política es gente anónima poniéndose de acuerdo". El mensaje ante la repetición electoral es claro: "Esta vez lo podemos conseguir".

INSPECCIÓN FISCAL

Desde un punto de vista programático, en su intervención Iglesias propuso reformar el Código Civil para evitar que los delitos de corrupción prescriban "tan rápido" que no pueda completarse la investigación policial sobre los mismos. También indicó que reformará la inspección fiscal para detener las evasiones en las rentas más altas, que con "abogados, asesorías y bancos" pueden pagar menos dinero. En este sentido avanzó que acercará la presión fiscal a las grandes fortunas "a la media europea". Igualmente anunció que se subirá el salario mínimo para reactivar la economíaI.