La satisfacción entre la clase política por el preacuerdo alcanzado el lunes en Opel España derivó ayer en inquietud ante el desenlace del referéndum. Así, el ministro de Economía, Luis de Guindos, deseó que los trabajadores ratifiquen el principio de acuerdo para garantizar el futuro de los 5.500 empleados. Guindos recordó que se ha tratado de un convenio en el que ambas partes han tenido que ceder hasta llegar a «un acuerdo razonable», y por ello debe ser ratificado.

En este mismo sentido, el presidente aragonés, Javier Lambán, pidió «encarecidamente» a la plantilla de Opel que apoye el preacuerdo, una demanda que ya hizo el lunes la patronal CEOE Aragón.

Por su parte, el presidente del PAR, Arturo Aliaga, mostró su satisfacción por el preacuerdo y recordó la «historia de acuerdos entre la dirección de Opel y los trabajadores».

El coordinador general de IU Aragón, Álvaro Sanz, defendió ayer que sean los trabajadores, mediante un referéndum, los que tomen la decisión final sobre el preacuerdo: «Es importante, a la vez que democrático, que un acuerdo de esta envergadura sea sometido a la plantilla».

El secretario general de Podemos en Aragón, Nacho Escartín, consideró ayer que el resto de partidos ha adoptado una posición «sumisa» ante PSA durante las negociaciones, cuando, en su opinión, se tendrían que haber puesto «del lado de la plantilla».