Los presupuestos territorializados que ayer presentó el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, señalan que Aragón percibirá para este año un montante global de 437 millones de euros, lo que supone un aumento del 16% respecto al año anterior, en el que las cuentas sufrieron un ligero retroceso respecto al 2016. De este modo, se recuperan los niveles de ese ejercicio y la cantidad global destinada a inversiones asciende a 407 millones de euros, un 18% más que el año pasado.

En porcentajes absolutos, un 4% de toda la inversion territorializada, lo que sitúa a Aragón en una zona tibia del escalafón y supera, eso sí, su contribución al PIB estatal (del 3,1%) y sobre la población (2,8%). No obstante, esas cantidades no permiten cerrar ninguna de las grandes obras puestas en marcha ni añaden ninguna nueva. Se garantizan --en el caso de ser aprobados los presupuestos-- las transferencias sectoriales y el Fondo de Teruel, que suma 30 millones d eeuros. El empujón inversor viene dado, especialmente, por el impulso al corredor Cantábrico-Mediterráneo, especialmente en su tramo Sagunto-Teruel. En total, este eje ferroviario tendrá una inversión de 82 millones de euros.

La inversión en carreteras se lleva el mayor grueso de la inversión, con un total de 217 millones, un 5,6% más que el año pasado. Además, se comprometen en esas obras partidas plurianuales, lo que garantizan la continuidad de unas obras que, sin embargo, tienen un ritmo inversor que ralentizan su finalización.

En la A-21 en Huesca, se destinan dos partidas por importe de 7,6 M€ que permitirán proseguir con la ejecución de las obras en los tramos: Jaca Oeste-Santa Cilia y Santa Cilia-Puente de la Reina (2,6 M€). También en la A-21 Jaca-Pamplona, en Zaragoza, se dota un millón para iniciar el tramo Sigües-Tiermas. La A-22 seguirá sin cerrarse ya que solo se destina un millón para el tramo Siétamo-Huesca. Sí se acabará, con una partida de 8 millones, el tramo de la N-232 entre Ráfales y el límite provincial con Castellón. Por su parte, los tramos de la A-23 en el Monrepós seguirán recibiendo partidas por un global que supera lo 50 millones de euros, aunque esta obra vuelve a prolongarse en sus plazos al menos dos años más. Otras partidas destacables son los 4,75 millones para la variante de Alcorisa o los 20 millones en dos partidas para continuar el desdoblamiento entre Mallén y Figueruelas. El desdoblamiento de la N-II entre Alfajarín y Fraga tendrá que esperar, si bien se mantienen las subvenciones en los peajes de la AP-2. Varias partidas simbólicas mantienen con vida determinados estudios, como la A-40, la A-14, la A-15, la variante sur de Huesca o la de Sabiñánigo, así como la N-260.

Ferrocarriles

Con una inversión que duplica la del año pasado, Fomento destinará 73 millones para ferrocarriles. Si bien relega la red de Cercanías, destacan las actuaciones en la línea de alta velocidad Zaragoza-Castejón-Logroño/Pamplona-Y vasca, para las que se destina una dotación --escasa-- de 1,4 millones.

Se destinan 42,1a la línea Sagunto-Teruel-Zaragoza y se contempla la mejora de la línea Huesca-Canfranc y su adaptación al tráfico internacional contará con 0,9 millones en este presupuesto y otro tanto para trabajos de renovación y mejora. También se mantienen los estudios para la reapertura del túnel internacional.

El presupuesto de Renfe contempla una inversión total de 13,6 millones para la mejora de la seguridad en la circulación, grandes reparaciones, adquisición de nuevo material móvil, actuaciones sobre material existente, sistemas de información y venta e inversiones en talleres y otras instalaciones. En materia aeroportuaria, la inversión es insignificante.

Grandes pantanos

En cuanto a Medio Ambiente, el otro gran ministerio inversor, se mantienen las grandes partidas para Yesa (aunque baja de los 14 a los 12,5 millones más 13,5 computados en Navarra) y para el sistema Biscarrués-Almudévar. Si bien con retraso, este gran pantano regulador del Gállego tendrá una inversión de 20 millones y unos plurianuales de 100 millones. Es en este aspecto donde más cumple el Gobierno, a pesar de la contestación social de estas infraestructuras en la zona.

Además, se apuesta por infraestructuras hidráulicas de la cuenca del Ebro, entre las que se encuentra el embalse de Mularroya, que consiguen 31 millones de euros. Por otra parte, el embalse de Santolea dispondrá de una inversión de 3,9 millones de euros. Otras actuaciones que contemplan los presupuestos para 2018 incluyen el mantenimiento y la conservación en cauces públicos (2,6 millones de euros); el abastecimiento de agua a Zaragoza y al corredor del Ebro (2,6 millones de euros); o la elevación en el Ebro de la margen derecha en el tramo Zaragoza-Fayón (1,2 millones de euros); entre otros.

La inversión del resto de ministerios apenas tiene incidencia.