Las calles del centro de Zaragoza se llenaron ayer de gente que no ve la recuperación económica por ningún lado. De ciudadanos que, en muchos casos, ni siquiera la divisan. "Cada vez que oigo en la televisión que estamos saliendo de la crisis me hierve la sangre; tengo cuatro hijos y tres están en el paro, así que no nos tomen el pelo; la crisis sigue aquí", criticaba ayer Asunción Requena poco después de que la marcha del Primero de Mayo partiera de la Plaza San Miguel. Como ella, miles de personas se manifestaron en Zaragoza y en otras ciudades de Aragón para denunciar que la desigualdad sigue creciendo sin parar y exigir otras políticas que impulsen el empleo de calidad y la subida de los salarios tras años de recortes.
La proximidad de las elecciones hizo que los sindicatos convocantes (UGT y CCOO) reclamaran en este sentido un apoyo hacia las fuerzas "de izquierda" para intentar salir de esta situación de "emergencia". "Esperamos que sean capaces de ganar y también de pactar para poder gobernar", subrayó el líder de UGT Aragón, Daniel Alastuey, que insistió en que ayer sobraban los motivos para salir a la calle: 119.700 parados en la comunidad, 36.000 hogares con todos sus miembros en el desempleo o 285.000 personas por debajo del umbral de la pobreza.
Muy lejos queda ya el carácter festivo de una fecha tan señalada para la clase trabajadora. Ayer, el Primero de Mayo volvió a estar marcado por el drama del paro, los recientes casos de corrupción y por la rabia de unos manifestantes que no ven la luz al final del túnel después de más de seis años de dura crisis.
MENOS QUE OTROS AÑOS Con todo, el hastío y la indignación no lograron llenar las calles con tanta contundencia como en años anteriores. UGT y CCOO cifraron en 10.000 los zaragozanos asistentes a la marcha (2.000 según la Policía Nacional), la mitad de los que participaron en la jornada del 2014 y 30.000 menos que en la del 2013, una de las más masivas que se recuerdan coincidiendo con una de las peores épocas de la crisis.
No hay duda de que el puente festivo, la ausencia de conflictos laborales de envergadura y la lluvia que cayó de forma intermitente a partir de las 11.30 de la mañana condicionaron las cifras de asistencia. Aun así hubo más gente que en el 2011 y el 2010 (8.000 y 6.000 manifestantes, respectivamente).
Bajo el lema Así no salimos de la crisis, la marcha partió a mediodía desde la plaza San Miguel y se prolongó durante casi dos horas sin que se produjeran incidentes. La crisis ha acabado y yo no lo he notado, Más empleo y menos mamoneo, No hay pan para tanto chorizo o Dónde están no se ven los empleos del PP fueron algunos de los cánticos que se escucharon en una protesta que finalizó en el Paraninfo de la universidad (plaza Basilio Paraíso). Allí, los líderes de UGT y CCOO leyeron sus manifiestos e insitieron en que la crisis "no ha terminado". "Aquí hay gente que pasa hambre, niños que van al colegio sin desayunar, así que lo de la recuperación es una mentira", dijo Alastuey, quien apuntó que este Día del Trabajo es especial porque coincide con su 125 aniversario y con la proximidad de las elecciones.
En este sentido, Alastuey apostó por un cambio hacia políticas de estímulo que han triunfado en países como EEUU, pidió derogar las reformas laborales y criticó al Gobierno y sus previsiones económicas, presentadas el jueves y que auguran un fuerte crecimiento.
Por su parte, el líder de CCOO Aragón, Julián Buey, también cargó contra la "campaña de márketing" del Ejecutivo de Rajoy. "No hay más que ver en nuestras familias y nuestros barrios para comprobar que no estamos saliendo de la crisis; los que saldrán son los que nunca han estado", denunció Buey, que exigió más cobertura social "para no dejar a nadie en la cuneta, tal y como ya está sucediendo". Así, reclamó una renta mínima y una "nueva fiscalidad" que permita a la administración obtener recursos.
PARTIDOS POLÍTICOS
En la manifestación también participaron con su propia pancarta el partido comunista, IU y CHA. Así, se dejaron ver políticos como José Manuel Alonso (IU), José Luis Soro y Juan Martín (CHA), Javier Lambán, Carlos Pérez Anadón y Javier Sada (PSOE), o Pedro Santisteve (Zaragoza en Común).
