Pese a los casos llamativos que día a día se cuelan entre las páginas de sucesos, los conductores ebrios, sin carnet o los fittipaldis son minoría en las calles de Zaragoza. Y cada año van siendo aún menos, a tenor de las estadísticas que maneja la Policía Local de la ciudad. La combinación de la presencia policial, los controles preventivos, el carnet por puntos y la concienciación ciudadana ha hecho que, con datos hasta septiembre, los principales de entre estos delitos hayan descendido un 17% respecto a las mismas fechas del año pasado. La tendencia se confirmaría de seguir la proyección de estos datos para final de año --ver gráfico--, aunque la Policía advierte de la gran variación de cada mes, por ejemplo en octubre por las fiestas del Pilar.

En cualquier caso, en lo que llevamos de año el descenso es particularmente acusado en los delitos que implican la conducción sin carnet, que constituyen un 43% menos que los del año pasado. Este subgrupo incluye a los conductores sorprendidos sin permiso por haber perdido todos los puntos --95 este año, por 133 a estas alturas del 2010-- y los que tenían el carnet retirado por sentencia judicial, que se mantienen con una leve bajada, de 39 a 37.

'NOVELES' En este ámbito sorprende la reducción de un 40% de los conductores que son cazados sin carnet por no haberlo tenido nunca, de 123 a 74. "Todo indica que la gente está dejando de incurrir en esta práctica, pero nunca se puede estar seguro, cualquier mes se puede disparar", indican, cautelosos, en la Policía Local. De todas formas la reducción paulatina es significativa desde los 353 conductores detenidos por este motivo en el 2009, como puede apreciarse en el gráfico.

La progresión de esta rama de infracciones se vio condicionada por el carnet por puntos, que comenzó a aplicarse en mayo del 2008. "Se aprecia muy bien en los detenidos por pérdida total de puntos. En el 2009, cuando les había dado tiempo de perderlos, se dispararon los casos. Poco a poco, los conductores van tomando conciencia", aseguran fuentes policiales.

La citada entrada en vigor del nuevo permiso también tuvo un gran impacto en los registros delictivos por conducir ebrio o drogado. Antes, conducir bajo los efectos del alcohol solo estaba castigado penalmente si lo percibía el agente encargado del control, en base a una serie de criterios y pruebas. La objetivación de la tasa de alcohol, y su establecimiento en 0,60 miligramos por litro de aire expirado ha contribuido a que los conductores, por temor a la sanción, se lo piensen más al mezclar coche y bebida.

Este año, hasta septiembre, hay 20 casos menos en cuanto a los conductores bajo la influencia del alcohol --de 296 a 276--, y otros tantos menos que superan el límite de alcohol permitido, 187 por 207. Sin embargo, aumentan ligeramente los que conducen bajo los efectos de estupefacientes --de 14 a 16--, "que se siguen juzgando por influencia, aunque se ofrece realizar pruebas a los detenidos".

SOMETIMIENTO También suben los conductores que se niegan a realizar el test de alcoholemia, algo que está catalogado asimismo como delito. Aunque este aumento es en realidad ínfimo, los 29 de este año suponen solo un conductor más que en el 2010.

El último grupo de entre los delitos principales al volante, la conducción temeraria, también fue modificada en el 2008 y se estableció el límite en aquellos que conducen "con temeridad manifiesta" y que ponen "en concreto peligro la vida de las personas". Con esta modificación los casos se han reducido un 225% desde el 2008, cuando hubo 39 casos. Este año, por el momento, van nueve, por los once del 2010.

La Policía Local se muestra satisfecha pero cautelosa por esta tendencia, y atribuye gran parte del éxito a las campañas de concienciación tanto en los medios como en los colegios. "La educación vial que se va implantando desde primero de Infantil es vital. No tiene nada que ver la conciencia que desarrolla sobre este tema un niño de ahora que uno de hace 20 años", aseguran.