La presión social y el hecho de que comunidades socialistas como Andalucía y Extremadura hayan modificado el impuesto de Sucesiones hasta rebajarlo considerablemente ha provocado que el Gobierno de Aragón --motivado también por las decisiones de las Cortes-- haya redactado una propuesta para reformar y rebajar el impuesto de Sucesiones. Así lo anunció ayer el presidente de Aragón, Javier Lambán, quien ve «razonable» que en el 2019 entre en vigor un impuesto de Sucesiones y Donaciones reformado y rebajado», armonizado con el resto de comunidades y que «haga posible que los aragoneses no paguen ni un euro más por heredar que lo que paga el resto de los españoles». En estos momentos, es en Aragón donde más se abona por este impuesto, lo que ha generado una amplia constestación social, especialmente en sectores conservadores.

Lambán realizó este anuncio al ser preguntado por los medios durante un acto público. Aseguró que el informe que se está realizando desde el Departamento de Hacienda está «prácticamente listo» y se remitirá próximamente a las Cortes. La intención del Ejecutivo autonómico es consensuarlo con los grupos dentro de la comisión creada a tal efecto, de manera que se corrijan algunas cuestiones y de este modo minimizar el impacto que tiene un impuesto que, aunque solo afecta a un 15% de la población, es excesivamente gravoso para quien lo sufre.

BASE IMPONIBLE

Según fuentes gubernamentales, lo más probable es que se mejoren las deducciones y se aumente también la base imponible exenta, situada en estos momentos en 150.000. Con toda probabilidad, esta quedará fija en una cifra intermedia entre quienes abogan por su derogación y la situación actual. Una vez que esté elaborado el informe, el Gobierno de Aragón hará su propuesta para armonizarlo con el resto de las comunidades autónomas.

«No creo que tardemos mucho en tener un Impuesto de Sucesiones reformado, que sitúe a los aragoneses en los mismos términos y obligaciones de tributo que el resto de la ciudadanía española», aseguró Lambán.

El Impuesto de Sucesiones ha sido uno de los elementos en los que la oposición parlamentaria aragonesa ha fijado sus objetivos para atacar al Gobierno autonómico, quien además ha visto cómo otros Ejecutivos socialistas, principalmente Extremadura y Andalucía, lo han rebajado considerablemente.

Esta circunstancia sentó muy mal en el Gobierno aragonés, ya que consideran que todas las comunidades autónomas -y especialmente las que son socialistas- deberían tener una corresponsabilidad fiscal.

Por su parte, el presidente del PP en Aragón, Luis María Beamonte, acusó al presidente del Ejecutivo autonómico, Javier Lambán, de hablar solo «en clave electoral» al anunciar ayer esta reforma.

«A muchos aragoneses lo que les aprieta es el Impuesto de Sucesiones, que han tenido que pagar y se han tenido que endeudar muchos de ellos, el IRPF tal y como está en la comunidad autónoma, Patrimonio, Donaciones, Hidrocarburos» mientas que «al señor Lambán no le aprieta más que una cosa y son las elecciones», criticó el presidente autonómico del PP. Según informó, para Beamonte la credibilidad de Lambán es «realmente escasa», al recordar que «siempre se ha manifestado, por convicción y coherencia» en contra de cualquier modificación «a la baja de la elevada carga impositiva que sufren los aragoneses». Por ello, volvió a reclamar la supresión de este controvertido impuesto.