Pocas horas después de la llegada a su emplazamiento originario, las 43 obras de arte de Sijena trasladadas el lunes del Museo de Lérida recibieron la visita de los representantes institucionales y políticos de los aragoneses. Todos ellos compartieron el «éxito colectivo» de la recuperación provisional de esas piezas.

Embaladas todavía la gran mayoría de ellas, el presidente de Aragón, Javier Lambán, la consejera de Cultura, Mayte Pérez, la presidenta de las Cortes, Violeta Barba, y los portavoces y líderes de los grupos políticos vieron las ansiadas piezas unos minutos. Los justos para no perjudicar a su periodo de adaptación a su nuevo espacio y para no entorpecer los trabajos de restauración y conservación que a partir de ahora se van a acometer con ellos.

En una comparecencia ante los medios tras la breve visita, Lambán insistió en la idea del «éxito de todos» por la vuelta de estos bienes, recordó a los anteriores Ejecutivos, los anteriores parlamentos, a los aragoneses y a los expertos y técnicos que durante años han trabajado sin denuedo y con «unidad» por que llegara «un día de celebraciones» como el de ayer. Para el presidente, estas piezas volvieron del lugar del que no devieron volver, y la lucha emprendida desde Aragón era la propia «reivindicación de la dignidad».

MÁS LITIGIOS

Es por ese mismo motivo por el que ya avanzó que Aragón continuará defendiendo desde la legalidad y la Justicia su reivindicación en los otros pleitos pendientes por la recuperación del patrimonio. Entre ellos, por la vuelta a este monasterio de las pinturas de la sala capitular, del que espera buenas noticias muy pronto. En cuanto al de las 112 obras de arte de la diócesis de Barbastro-Monzón, recordó que es un pleito eclesiástico, pero volvió a ofrecerse al obispado para que le ceda los poderes, al igual que hicieron las monjas de Sijena.

Lambán hizo estas declaraciones ante la presencia de los representantes de todos los partidos. Entre ellos, el presidente del PP en Aragón, Luis María Beamonte, junto a su portavoz, Mar Vaquero y el miembro de la Mesa de las cortes, Antonio Torres; el secretario general de Podemos, Nacho Escartín y la portavoz Maru Díaz; el presidente del PAR, Arturo Aliaga, el de CHA, José Luis Soro; la portavoz de Ciudadanos, Susana Gaspar y el coordinador de IU, Álvaro Sanz. Esta última formación ejerció ayer la nota crítica al lamentar la «utilización política del caso» y las formas en que han vuelto los bienes, además de demostrarse «evidencia la falta de rigor y de control de la Iglesia católica a la hora de gestionar el patrimonio»

Precisamente, sobre las formas en que han vuelto los bienes, custodiadas por los Mossos d’Esquadra y la Guardia Civil, Lambán admitió que le habrái gustado «que hubiera sido de toro modo», pero también recordó que este recurso está «para quien no cumple con la ley ni con las normas democráticas», en alusión a la desobediencia mostrada desde Cataluña por el acatamiento de la providencia que ordenaba la devolución. «No nos ha quedado otro remedio», sentenció.

LAZOS CON CATALUÑA

Lambán insistió en que el Gobierno de Aragón ha cumplido «con su deber» ante quien se «salta las leyes», y desvinculó este procedimiento judicial con cualquier vinculación política y, como se empeñan en relacionar desde Cataluña, con la aplicación del artículo 155 que suspende la autonomía de esta comunidad autónoma. «Es mentira y radicalmente falso», sentenció, al tiempo que felicitó al juez de Huesca que dictó la providencia que ha permitido la vuelta del arte sacro. Ante la posibilidad de que prosperen los recursos catalanes y se falle que hay que devolver a Lérida las piezas, Lambán dijo que Aragón «sí es respetuosa con las sentencias».

Ante una abundante presencia de medios catalanes, el presidente aragonés insistió en que desde Aragón no se ha planteado jamás una relación beligerante con Cataluña, a la que unen muchos lazos «culturales, económicos y sociales», pero el espíritu de concordia no puede llevarle a renunciar «a sus legítimos intereses». En este sentido, mostró su deseo de que desea que estas relaciones sigan siendo «fraternales», y recordó la preocupación existente en Aragón por lo que está ocurriendo en Cataluña, así como su intención de ejercer de mediador con el resto de España.