Javier Lambán (Ejea de los Caballeros, 1957) es desde ayer el nuevo secretario general de los socialistas aragoneses. Recibió el apoyo del 94,5% de los delegados del congreso. Recibió 466 votos de los 503 participantes. Solo hubo 11 abstenciones y 26 sufragios en blanco. No se presentaron más candidaturas. Sustituye en el cargo a Marcelino Iglesias, que ha liderado el partido desde 1999. El cónclave se cierra sin tensiones, al menos en apariencia. La nueva

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ejecutiva logra conciliar las aspiraciones de las tres provincias y también de Zaragoza, con la que

habían surgido desacuerdos en los últimos días.

Lambán dio las primeras pistas de la que será su nueva ejecutiva. La número dos del partido será

Eva Sáenz, que vuelve a la primera línea política. Hija de un histórico del PSOE, José Félix Sáenz y profesora de Derecho Constitucional, fue diputada en el Congreso en la primera legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero. Su perfil bajo evidencia que el nuevo secretario general ha buscado por encima de todo la cohesión. Es una mujer que no despierta suspicacias en ninguna de las familias.

PASADO Y PRESENTE / El resto de las sensibilidades también estarán representantes. El oscense

Miguel Gracia será el número tres y apoyará a Sáenz en las labores de organización. Gracia es el

enlace con Marcelino Iglesias y el nexo de unión entre el pasado y el presente. Muestra fehaciente

de la paz que reina en el seno del partido. Y contrapunto a lo que sucede en otros territorios.

Las tres provincias tendrán su cuota de poder en el núcleo fuerte del equipo de dirección de Lambán. La duda sobre el papel que tendría Carlos Pérez Anadón, que controla Zaragoza, quedó despejada ayer. El nuevo secretario general lo nombró hasta en tres ocasiones en su primer discurso como líder del PSOE. Se dejaron ver a lo largo de toda la mañana juntos y relajados. Hay

quien veía a Pérez Anadón como un posible perdedor del congreso. Pero finalmente logró colocar

-salvo cambio de última hora- en la ejecutiva a personas de su máxima confianza como Roberto

Fernández y Florencio García Madrigal.

ACUERDO / En buena parte de los discursos se destacó la importancia del pacto y el acuerdo.

Lambán parece haberlo logrado. Ahora debe ser capaz de mantenerlo, tal como ha hecho en los

últimos años Marcelino Iglesias. El congreso sirvió además de para encumbrar al nuevo secretario

general, para ensalzar la herencia del líder saliente. El máximo dirigente nacional de los socialistas,

Alfredo Pérez Rubalcaba destacó la forma de entender la política de Iglesias, partidario del café para todos. No hizo referencias a Lambán.

El secretario general coge el testigo de Iglesias y se encuentra con un partido con poco poder político, pero en calma orgánica. Su tarea no será sencilla. Se lo recordó Juan Alberto Belloch, el alcalde de Zaragoza, uno de los pocos feudos que conservan los socialistas en Aragón. «Tiene que

suceder a Marcelino (Iglesias) y eso no es fácil. Él ha hecho del acuerdo y el pacto una máxima.

Es el político más importante que ha dado Aragón desde 1997«

Lambán se convierte en el líder del PSOE sin romper con la herencia del pasado. Imprime su propio sello en la nueva ejecutiva, sin herir sensibilidades, consciente que necesita una partido unido si aspira a luchar con Luisa Fernanda Rudi por la presidencia del Gobierno. Además de la renovación

en lo orgánico, el nuevo secretario general, tiene por delante reformular el ideario socialdemócrata

para hacerse un hueco diferencia en el panorama político de la comunidad autónoma.