Previa a la comisión bilateral, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría y el presidente de Aragón, Javier Lambán, mantuvieron un encuentro institucionan en el Pignatelli en el que intercambiaron impresiones sobre la actualidad política. Además de firmar en el libro de honor, Sáenz de Santamaría se llevó como regalo de la comuniad un facsímil de la donación del Reino de Aragón por parte de Petronila a su hijo Alfonso, futuro rey Alfonso II de Aragón. El facsímil lleva una simbólica dedicatoria de Lambán en la que se ofrece como mediador entre España y Cataluña en el conflicto soberanista: «para testimoniar el leal deseo de Aragón de participar activamente en la defensa de los valores que hemos construido juntos todos los españoles a lo largo de los siglos; y particularmente, en la consolidación de las buenas relaciones que nuestro país ha de mantener con una parte importante de él mismo: Cataluña. Nuestra tierra atesora con el hermano pueblo catalán una historia compartida, lazos centenarios de vecindad, una inmensa red de afectos personales y de familia; y también muchos lazos culturales comunes. Aragón sigue ofreciendo su mano para seguir construyendo España».

Asimismo, tras la celebración de la cumbre y poco antes de partir desde el aeropuerto de Zaragoza, la vicepresidenta se reunió con el líder del PP en la comunidad autónoma, Luis María Beamonte, donde ambos intercambiaron impresiones sobre la actualidad política y charlaron distendidamente sobre las relaciones entre Aragón y el Estado, así como sobre la situación del partido tanto en la comunidad como en España.