Las autonomías tienen difícil su supervivencia con el actual sistema financiero. El presidente de Aragón, Javier Lambán, insistió ayer en su primer discurso institucional con motivo del Día de Aragón en la necesidad de abordar reformas profundas al entender que la falta de fondos "pone en peligro la prestación de servicios públicos como la sanidad, la educación o las políticas sociales".

Lambán cifró la situación actual reconociendo que Aragón necesita 600 o 700 millones de euros más para asegurar las partidas sociales sin generar déficit ni deudas, "salvo que decidamos cerrar escuelas, cerrar hospitales y decirles a los médicos que no prescriban recetas". Además expresó que el autogobierno "carece de un modelo de financiación fiable", que podría poner en riesgo la clara "voluntad social" de los acuerdos de investidura entre el PSOE, CHA, IU y Podemos. "Hemos renunciado a casi cualquier gasto, pero si no se producen reformas profundas las comunidades están abocada a la inviabilidad", insistió.

REFORMAS

El presidente de la DGA, que aprovechó su intervención para recordar la inminente celebración del 80 aniversario de la aprobación del Estatuto de Caspe, el próximo 6 de junio, "que de no haber sido por el golpe de estado en 1936, se hubiera convertido en ley y Aragón hubiera sido una de las comunidades históricas cuando se debatió la Constitución", advirtió que en la situación actual el Gobierno de España "puede invadir" las competencias de las autonomías porque las competencias no están "suficientemente blindadas jurídicamente".

Para evitarlo pidió una cámara de representación autonómica "para decidir sobre su gobernanza" y perfeccionar el marco constitucional del 78. Aunque reconoció que hasta ahora ha sido "perfecto" y que la unidad de España "es un bien político en sí mismo", reclamó "emprender reformas serias", especialmente para desarrollar el Estatuto de Autonomía de Aragón. Dijo que los artículos que permiten cierta bilateralidad financiera "están sin tocar".

La reforma constitucional permitiría "equilibrar competencias" y frenar cualquier tentación recentralizadora. En este nuevo contexto Aragón se ofrece como "factor de cohesión". Reclamó dar relieve constitucional a la bilateralidad entre las comunidades autónomas, de forma que entre ellas puedan relacionarse para impulsar la logística, la economía o la cultura.

Sobre la situación política general fue especialmente contundente. "El país atraviesa el peor momento desde 1978 con la gestión de los resultados electorales", indicó. Además rechazó las etiquetas de vieja y nueva política al considerar que todos tienen "las mismas virtudes y los mismos defectos". Para Lambán, la política debe abandonar su "cuarentena", que la ha convertido en algo inútil, pues entendió que si no se enfrenta a los problemas reales de la sociedad "es algo inservible".

Regresando al la celebración del Día de San Jorge pidió "buscar horizontes a largo plazo". El presidente consideró necesario "asociar el talento de los ciudadanos al ejercicio de la política" y expresó que en la comunidad "debe creerse más su potencial".