El Gobierno de Aragón decidió ayer implicarse al máximo en la búsqueda de una solución para la planta de Opel de Figueruelas ante la «gravedad» del conflicto laboral, que ha puesto en jaque el futuro de su principal modelo, el Corsa. Tras conocerse que la compañía ha paralizado las inversiones para la fabricación de la próxima generación de este modelo, el presidente Javier Lambán emplazó a la dirección y al comité de empresa a una reunión para valorar la situación» y hacer «una reflexión conjunta». Ambas partes han aceptado el ofrecimiento y el encuentro se producirá hoy, una cita en la que también participará la consejera de Economía y Empleo, Marta Gastón.

En declaraciones a los medios de comunicación en un acto en Teruel, Lambán calificó de «preocupante» y «muy desalentador» el anuncio hecho ayer por Opel a los trabajadores, que «conduce a una situación muy complicada». El presidente recordó que la consejera Gastón y él mismo han mantenido un «contacto continuo» con ambas partes durante los últimos días. El mandatario aragonés subrayó asimismo que «hay un sector de la automoción muy importante en Aragón que depende en gran medida de Opel». Por este motivo, agregó, «cualquier cosa que ocurra en Opel es determinante para el sector y para el conjunto de la economía aragonesa».

Por su parte, el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, mostró su asombro por la decisión de Opel España de paralizar inversiones precisamente en «una de las -plantas- más productivas de la compañía». Por eso consideró que no hay «ninguna causa que justifique» dichas medidas, según se recoge en un comunicado. El alcalde expresó su apoyo a la plantilla y su preocupación «no sólo por las 20.000 familias que dependen directa o indirectamente de Opel, sino por toda la ciudad y todo Aragón».

El presidente del PAR y exconsejero de Industria, Arturo Aliaga, confió en que se pueda «reconducir» la situación. «Me dolería que fuera definitivo», dijo ayer. Además, recordó que la «historia de acuerdos entre la dirección de Opel y los trabajadores», ha sido posible «gracias a la flexibilidad responsable de unos y otros». El exconsejero dijo desconocer si esta decisión es definitiva o «un anuncio amenazante» en el marco de la negociación, pero hizo un llamamiento al diálogo.

Ciudadanos mostró su confianza en que el anuncio de Opel «forme parte del tira y afloja de las negociaciones» y pidió a las partes que sepan mantener esa «entente cordial» tradicional en la planta para mantener la competitividad.

El coordinador general de IU Aragón, Álvaro Sanz, reclamó al Gobierno de Aragón que «se moje» y defienda los derechos de la plantilla de Opel España ante el, a su juicio, «chantaje» que supone el anuncio de la dirección de paralizar inversiones.