«No es posible un Aragón fuerte si no existe una España fuerte». Por una vez, la celebración del día de la comunidad quedó lejos de reivindicaciones autonomistas, exigencias financieras o marcos bilaterales. El presidente de la DGA, Javier Lambán, centró gran parte de su intervención en analizar las crisis que a su juicio ponen en riesgo la unidad de España: la política, la social y la territorial. «Nos inquietan y exigen que les dediquemos nuestros mejores esfuerzos», expresó.

El socialista aseguró que gracias al Estatuto de Autonomía en Aragón se ha crecido por «encima de la media» ya que ha permitido hacer «una gestión propia de los recursos». Algo que ha supuesto elevar los presupuestos en educación, sanidad y servicios sociales. Y pocas más referencias a la actualidad aragonesa se colaron en su intervención. No habló ni de impuestos, ni de infraestructuras ni citó a los afectados por las tormentas y las riadas de las últimas semanas. Tampoco citó la deuda histórica o la agencia tributaria propia que reclamó el pasado año.

Más interesado estuvo en el aniversario de la Constitución española. «Ha sido el mayor éxito en la historia de nuestro país desde la guerra de la Independencia contra los franceses», aseguró. Y consideró que Aragón no se puede «desentender» de la situación general española. «La crisis política está amenazando el funcionamiento normal de las instituciones», expresó.

El socialista consideró que la «responsabilidad de los destrozos» que en su opinión está provocando el movimiento independentista catalán es de sus dirigentes separatistas, pero señaló que «todos han sido responsables» de una forma u otra. Sobre todo al afirmar que el Estado ha ido retrocediendo en esa comunidad en base a una «política de apaciguamiento».

CATALUÑA

El presidente de la DGA dijo que la clase política «ha renunciado a generar una idea de España seductora para todos los sectores» y propuso que en ocasiones se ha unido «de forma equivocada» la unidad con el franquismo. Además, cargó contra «el sentimiento de superioridad» de los nacionalismos. «Los borbones, las dictaduras, las repúblicas y todos los regímenes han favorecido a Cataluña y el País Vasco», indicó.

En este contexto pidió «reivindicar a España como el gran país que fue» y defendió el actual marco legal como «uno de los más avanzados en libertades y derechos». Para Lambán es necesario «pactar un nuevo contrato social» después de que el anterior «saltara por los aires» a causa de la crisis. Y este debería estar basado en el «patriotismo constitucional». «Todos tenemos que sentirnos concernidos por lo que ocurre en el país», dijo.

Lambán miró al pasado para poner a Alfonso I el Batallador prácticamente como impulsor de la unidad de España. «Si el 23 de abril es el día de Aragón por excelencia este año es imposible cerrarlo sin sentir a España en el corazón», afirmó.

Sobre los premiados explicó que la comunidad pasó «unos días sobrecogida» con la negociación colectiva que finalmente pudieron rematar con éxito los representantes de empresarios y sindicatos. Además pidió «más esfuerzo» para cerrar la brecha de género que pesa sobre las investigadoras aragonesas. De Luis Alegre destacó su capacidad para proyectar la cultura aragonesa por el mundo.