El Gobierno de Aragón despejó ayer la gran incógnita con la presentación de sus primeros presupuestos, que serán restrictivos pero menos de lo que las previsiones auguraban. Las cuentas públicas para el 2012 mantienen, en un ejercicio de habilidad contable, el gasto social a la vez que se comprometen a cumplir el objetivo de déficit del 1,3% (este año se acabará duplicándose este porcentaje).

Los presupuestos se reducirán un 2,65% respecto a los del actual ejercicio, aunque en realidad el recorte es mayor (4,59%) si no se contempla la provisión de dinero para pagar la amortización de deuda. Sin fórmulas novedosas respecto a años anteriores y sin severos ajustes, la diferencia que quiso recalcar el consejero de Hacienda, Mario Garcés, estriba en que las previsiones se han ajustado en cuanto a los ingresos y se limita al máximo el gasto que aumente el déficit,. No habrá opción a endeudamientos en la administración, y regirá el principio "de austeridad" en unas cuentas "realistas".

Teniendo en cuenta los gastos no financieros, la cuenta superará por poco la cantidad de 5.000 millones (5.065). Un presupuesto que, de este modo, se sitúa en los niveles del 2006. Como se esperaba, el mayor descenso del presupuesto se produce en las inversiones para obra pública, con un recorte de 111 millones y un 36,7% respecto a este año. A pesar de ello, el apartado inversor es tan solo un 3,59% del presupuesto global de la comunidad.

TRANSFERENCIAS CORRIENTES También sufre un fuerte recorte el apartado de transferencias corrientes y subvenciones, con una caída casi del 5% y 77,6 millones menos. Es en este punto donde puede surgir más conflictividad social cuando muchas asociaciones vean reducidas las ayudas que reciben de la administración pública. En cualquier caso, el consejero Garcés insistió en que es intención del Ejecutivo reducir el gasto en aquellas cuestiones superfluas, y no en todo lo relacionado con el interés y social.

Por contra, aumenta el capítulo destinado a gastos corrientes y servicios en 89 millones (13,44% más) debido a que se incluyen cien millones más de gasto en sanidad intrahospitalaria para atender las necesidades que, a juicio del consejero de Hacienda, Mario Garcés, se infradotó por parte del anterior Ejecutivo. De hecho, Garcés insistió varias veces en sus críticas al anterior Ejecutivo por sus previsiones presupuestarias, "infladas".

El presupuesto de ingresos crece un 0,66 % debido al incremento de los ingresos financieros en un 37,19 %, pero los no financieros bajan un 4,27 %. Esto se debe a que se ha hecho una presupuestación "prudente" en las entregas a cuenta del sistema de financiación, por un importe inferior al 4% a la cifra que el Gobierno comunicó provisionalmente y que ha originado, según Garcés, el retraso en la presentación de los presupuestos para 2012.

Baja la previsión de recaudación en casi todos los impuestos. Así, cae un 4,88% el tramo cedido del IRPF; un 16% el de Transmisiones Patrimoniales (25 millones menos); un 51,7% el de Actos Jurídicos Documentados (75 millones menos), o un 5,17% los especiales. Garcés afirmó que son previsiones a la baja para evitar desfases posteriores.