El mismo día en el que la DGA desbloqueaba los fondos destinados a entidades sociales, las organizaciones de discapacitados de la comunidad, agrupadas en Cermi Aragón, reclamaban sustituir el actual sistema de subvenciones anuales por convenios plurianuales. Según las entidades, el actual funcionamiento de la Administración provoca que, cuando el pago se retrasa, como ha sucedido este año, tengan dificultades para mantener el servicio.

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Aprovechando la reunión que tuvieron ayer Cermi y los representantes de todos los grupos políticos con escaño en el Parlamento autonómico, la asociación incidió en la necesidad de conseguir conciertos con la Administración a medio y largo plazo. Así, desde Cermi se pide que el Gobierno de Aragón diseñe, en coordinación con la propia organización, un plan de estabilidad a corto, medio y largo plazo para el sector "que permita garantizar unos derechos sociales de calidad a las personas con discapacidad".

Los representantes de las asociaciones que componen Cermi también incidieron, de forma individual, en el mismo asunto. "Se deberían hacer convenios de dos o tres años para no estar constantemente agobiados", afirmó José Antonio Bes, secretario general de Cermi Aragón. "La situación es difícil, las ayudas llegan tarde. Y lo que han pagado ahora es el 75% del total", añadió. La opinión de Bes la compartieron numerosos responsables de organizaciones de discapacitados. "Este tipo de ayudas deben ser plurianuales", agregó el presidente de la fundación DFA, José Miguel Monserrate. "Actualmente las ayudas no están aseguradas", sentenció.

SIN COBRAR DESDE MARZO De esta forma se quiere evitar que se repitan los problemas del presente año. Un total de 66 organizaciones sociales llevaban desde marzo sin cobrar los más de 2,2 millones de euros que el Gobierno de Aragón les debía en concepto de convenios. La falta de liquidez de la DGA está detrás del problema. El retraso conlleva importantes contratiempos para estas asociaciones que dependen del dinero público para poner en marcha sus proyectos sociales. Entre otras cosas, con ese dinero se paga a trabajadores, proveedores y en general sirve para el día

a día en materia de integración funcione. Si no llega el dinero todo se detiene y estas entidades se ven obligadas a echar mano de sus propios fondos o de préstamos bancarios. Ésto último les supone un inconveniente mayor dado que la subvención, cuando llega, no cubre los intereses del crédito.