Las protestas y la presión social obligaron ayer al Gobierno a aplazar la reforma educativa pretendida por el ministro José Ignacio Wert y que el Consejo de Ministros tenía previsto, en principio, aprobar hoy. Fuentes gubernamentales apelaron, sin embargo, en declaraciones a Efe, que "faltan por cerrar detalles de la memoria económica" para justificar el aplazamiento.

A su vez, fuentes del Ministerio de Educación argumentaron que es una ley de relevancia que tiene que ir al consejo "con todos los detalles cerrados".

Ayer, miles de personas participaron en manifestaciones en todo el país contra la LOMCE durante una jornada de huelga general educativa convocada por los sindicatos, padres y estudiantes de la Plataforma Estatal por la Escuela Pública.

Los integrantes de la plataforma habían atribuido al "éxito", en su opinión, de esta movilización que el Gobierno pudiera decidir finalmente no aprobar el proyecto legislativo.

En Aragón, la comunidad educativa abandonó las aulas en masa y se echó a la calle para mostrar su rechazo a la actual política educativa y, concretamente, a la reforma pretendida por el ministro.

Padres, profesores y alumnos aragoneses se sumaron al acorralamiento a Wert a través de manifestaciones con miles de ciudadanos --en la que tuvo lugar en la mañana de ayer en Zaragoza concurrieron unas 30.000 personas, según los sindicatos--y con un seguimiento extraordinariamente alto entre profesores y alumnado. En la primera huelga estatal convocada de forma conjunta por padres, docentes y estudiantes, el seguimiento fue el más alto de los últimos tiempos. De hecho, las organizaciones sindicales aseguraron que entre un 60% y un 70% de los profesores se ausentó ayer de clase --el Gobierno de Aragón cifró en un 33% el seguimiento de la movilización por parte de los docentes aragoneses no universitarios-- aunque fue todavía más alta la incidencia de la huelga entre los estudiantes, con hasta un 80% de huelguistas en Primaria y un 90% en Secundaria. En este sentido, el seguimiento de los padres que decidieron no llevar a sus hijos al colegio fue determinante.

La incidencia fue más alta a partir de los últimos cursos de Secundaria y, sobre todo, en institutos y universidad, donde se paralizaron tanto las clases de los campus de Zaragoza como las de Huesca, Teruel y la Almunia. "Los estudiantes que han ido a clase lo han hecho por exámenes, prácticas u otras pruebas", apuntaron desde la Asociación de Estudiantes de Aragón (ADEA) y Estudiantes en Defensa de la Universidad (EDU), donde nsistieron en un paro "casi total" en el campus de San Francisco, más del 80% en Río Ebro, y del 85% en Huesca y Teruel".En el caso de los institutos, los estudiantes subrayaron que la huelga "ha sido secundada mayoritariamente en Zaragoza con un seguimiento también cercano al 90% en Huesca y Teruel rondará el 80%".También en Sabiñánigo o Alcañiz hubo un considerable descenso en la cantidad de asistentes a clase. "Muchos de los autobuses que traen a estudiantes a estos centros han quedado vacíos", apuntaron desde los sindicatos estudiantiles.

Para Rubén Sanz, presidente de ADEA, "el seguimiento masivo de esta Huelga General manifiesta el compromiso de los estudiantes aragoneses en contra de la LOMCE, una ley que profundiza en las desigualdades sociales e imposibilita a la clase trabajadora el acceso a la educación"

Por su parte, desde CCOO se valoró el alto seguimiento de la huelga como "la respuesta de Aragón a un proyecto de Ley inconstitucional y a unos recortes que inciden directamente en el empleo y condiciones laborales de los profesionales de la enseñanza, en la calidad educativa y en el abandono escolar", explicó el secretario de Acción Sindical de la Federación de Enseñanza de CCOO, que se dirigió al ministro de Educación, José Ignacio Wert, y a la consejera de Educación del Gobierno aragonés, Dolores Serrat, para decirles que "tienen a la enseñanza pública muy enfadada".