La vicesecretaria general de Estudios y Programas del PP, Andrea Levy, participó ayer en Zaragoza del día del afiliado en Aragón y aprovechó para lanzar varias advertencias a quienes están detrás del referéndum ilegal convocado para hoy en Cataluña. La más importante, dirigido a ellos y a los ciudadanos, que «Mariano Rajoy no va a permitir que se tome por asalto la democracia de todos en Cataluña, ni que los intolerantes impongan su ley». «Porque la ley es la de todos, la que garantiza nuestra convivencia, y no la de unos pocos, que quieran imponer a toda costa. Y porque la democracia lo que permite es que todos podamos expresarnos dentro de las normas».

Aviso a navegantes en un momento de «tensión emocional y sentimental» en el que pedía al pueblo catalán que sepa «seguir dando ejemplo de convivencia, de paz y de tranquilidad» pese a las «imágenes de hostigamiento, amenazas, imposición y totalitarismo». Como las de «la CUP diciendo que tendrán memoria y se acordarán de aquellos que se porten como traidores». Frente a ello hizo una «llamada a la calma», a «no entrar en provocaciones», con el convencimiento de que nadie va a «romper la libertad en democracia con imposición».

Levy, catalana, dijo sentirse «como en casa en cualquier lugar de España», pero que lo que está en juego es defender la ley. Y remarcó a los organizadores del 1-O que «serán responsables de lo que hagan para quebrar la democracia». «No puede existir aquello que es un fraude. Nos quieren hacer ver que tienen organizado algo que está inoperativo», añadió, un referéndum «opaco». Así, el objetivo es «garantizar la seguridad de los catalanes» y que «no se perpetre» por parte del «nacionalismo más oscuro de la historia».

¿Y el día 2? «Aquellos políticos que incumplen la ley se inhabilitan a sí mismos», dijo Levy, a los dirigentes catalanes «que se creen muy osados» ahora. Y en Cataluña, «volver a la normalidad». Sobre la revisión de la Constitución que otros plantean, invitó a no hablar «con cierta ligereza sin saber el destino al que queremos llegar». «Los políticos a veces queremos debatir sobre temas que nos parecen interesantes a nosotros, pero no a los ciudadanos», añadió.