Los principales sindicatos de la Policía Local de Zaragoza, particularmente la Confederación de Seguridad Local (CSL), están en pie de guerra. El motivo, según aseguran, es la "desmotivación" y el "desánimo" que según sus afiliados cunden entre los agentes, por las "presiones" para recaudar a través de multas de tráfico y la negativa de las altas esferas policiales a modificar unos turnos de trabajo "desfasados" y poco prácticos, que además se niegan a negociar.

Fuentes municipales aclararon a este diario que la Concejalía de Personal del consistorio y la Jefatura policial mantienen conversaciones para preparar próximos encuentros con los sindicatos, pero que se han de "respetar los tiempos". CSL, UGT y CCOO --coincidentes a grandes rasgos en el tema de los horarios--, indican que llevan desde el 2005 sin recibirles.

En lo que más directamente afecta al ciudadano, las multas, tanto CSL como UGT coinciden en que presiones para multar, haberlas, haylas. Fuentes municipales declinaron hacer ningún comentario al respecto, ya que lo consideran un tema recurrente como herramienta de presión, a su vez, de estos colectivos.

Pero fuentes ajenas a lo sindical dentro del cuerpo hablan incluso de cuotas de cinco multas al día por agente, que a 500 agentes desplegados por la ciudad entre todos los turnos --según estimaciones sindicales-- supondrían 2.500 al día.

CASTIGOS Según fuentes de UGT, las prácticas de presión "son habituales", pero resultan imposibles de denunciar ya que no cuajan en expedientes disciplinarios. "Amenazan con ellos, pero al final no los imponen porque no puedes reflejar por escrito que expedientas a alguien por no multar", explican. Desde el sindicato CSL aseguran que la presión es más sutil, basada en "castigos, enviando a los agenes que se niegan a multar a destinos menos atractivos, como patrullar a pie o regular el tráfico, y sin posibilidad de cambio, cuando son rotatorios".

Los sindicatos critican la "voracidad recaudatoria" del consistorio, que ejemplifican con el multacar --el coche que toma fotografías de las matrículas de los coches aparcados en doble fila--, que según los datos que manejan puede llegar a generar 270 denuncias en un turno de trabajo. "Tenemos serias sospechas de que en ocasiones se tramita la denuncia con una sola pasada del coche, y el derecho de parada (momentánea) existe".

"En cualquier caso --indican desde UGT-- el problema es que eso no no corrige la infracción. Parte de nuestra tarea es poner multas, y si ves una infracción, lo haces, pero hay que valorar si ayuda a corregir el problema", explican. Como ejemplo, desde CSL aportan el caso de la glorieta de la Puerta del Carmen. "Si tu colocas un agente visible, la gente no hace el giro prohibido a la izquierda --de Hernán Cortés a paseo María Agustín--. Pero sugieren que te coloques oculto tras el quiosco de la ONCE, para hacer fotos a los infractores. Eso no soluciona ningún problema".

HORARIOS El motivo principal de queja de los sindicatos, sin embargo, no son estas prácticas sino la negativa de los responsables municipales de Personal y sus propios mandos policiales a "siquiera sentarse a negociar" diversos cambios en la estructura del cuerpo. Entre ellos, la promoción interna, "congelada", para engordar la escala de mandos intermedios --"que al final son los que agilizan el trabajo", aseguran--, la rotación de destinos y, sobre todo, la planificación de los calendarios de trabajo.

"Los actuales se establecieron en la época de la Policía de Barrio, y llevamos desde el 2005 intentando que algún responsable nos reciba para negociar", explican. La consecuencia de esta mala distribución de efectivos provoca, según los sindicatos, que "por ejemplo el sábado haya ocho agentes para vigilar el Seminario, cuando no hay actividad, mientras los motoristas tienen que reforzar los controles en la plaza del Pilar, cuando no es su labor". También critican que, por esta "mala gestión" del personal, haya "gente en la emisora que no ha pisado la calle, y que tenga que encargarse de gestionar el envío de agentes a las llamadas".

Por todo ello, estos colectivos advierten de que aunque llevan una temporada "pacíficos" --por la negociación del pacto-convenio municipal--, "la presión de las bases nos obliga a convocar una asamblea general de Policía que, probablemente, derive en movilizaciones".