Entidades y ciudadanos se dieron cita ayer en el Salón de Recepciones del Ayuntamiento de Zaragoza, donde el alcalde Belloch quiso rendirles homenaje. A los primeros, con la tradicional recepción; y por primera vez, con la entrega de las tres primeras medallas de Zaragozano Ejemplar, que recayeron en Manolo Fortún, Pablo Mazas y Carlos Melús.

Juan Alberto Belloch inició el acto agradeciendo a las entidades "haber hecho posibles estas fiestas pese a la crisis y los problemas colectivos", porque "todos tenemos derecho a disfrutar de unas fiestas desde la solidaridad con los que más dificultades tienen". Además, aseguró que "el secreto de nuestras Fiestas del Pilar, el elemento que las hace únicas, es la participación". En este aspecto, de acorde con este acto que pone en relevancia la importancia de la participación ciudadana, "que es parte fundamental del núcleo de la ciudad", Belloch explicó que "como un elemento más en esta dirección, se quiere implantar a la tradición festiva la concesión anual del título de Zaragozano Ejemplar", otorgando esta distinción a los ciudadanos que destacan por su "buena forma de hacer ciudad".

HOMENAJEADOS La primera de las medallas fue otorgada al párroco fundador de la Asociación de Vecinos de El Picarral, Manolo Fortún, "quien se ha desvivido por ayudar a quien más lo necesita". El galardón lo recogió su hermana debido a que actualmente se encuentra en la República del Chad. La segunda, a título póstumo, recayó en el inspector de Policía Local Pablo Maza, quien ejerció en el barrio de Delicias y además fue el encargado de la seguridad del Pabellón de Zaragoza en Expo 2008. "Entendió perfectamente que los conflictos se resuelven con diálogo", enfatizó Belloch al rememorar la figura del inspector que falleció el pasado mes de junio. Estas palabras de recuerdo emocionaron a los familiares y amigos que asistieron al acto. Finalmente, la tercera medalla se entregó a Carlos Melús, presidente de honor de la asociación Los Sitios de Zaragoza y promotor intelectual de las conmemoraciones que realizó la ciudad con motivo del Bicentenario de los Sitios en 2008.

El acto finalizó con una actuación de jotas y un vino de honor para los presentes.