Cada aerolínea tradicional de vuelos regulares ha tendido en los últimos años a crear su filial de bajo coste para competir con las nuevas low cost, como Ryanair y Easyjet entre las más destacadas, que les estaban comiendo terreno y clientela. En parte por disponer de unas plantillas nuevas, con menos costes salariales y más flexibilidad, y también por un enfoque diferente del uso de los aviones, con mucha más rotación, prácticamente solo uno o dos modelos de aeronaves y estancias muy cortas en los aeropuertos, excepto en los que tienen instaladas sus bases. La compañía de bandera alemana Lufthansa optó también por esta estrategia y convirtió a Germanwings en su aerolínea de bajo coste.

Siguiendo una estrategia similar a la de Iberia con Vueling, Lufthansa ha ido traspasando a Germanwings la mayoría de sus vuelos de corto y medio radio. Es decir, prácticamente todos los destinos europeos, excepto los que opera la matriz desde los aeropuertos de Fráncfort y Múnich, y las conexiones con el Norte de África y Oriente Próximo.

Germanwings inició sus operaciones el 27 de octubre del 2002, pero no empezó a asumir las rutas europeas de Lufthansa hasta el 2012. En esos años ha pasado de disponer de una primera base en Colonia-Bonn, a crear bases de operaciones secundarias en Berlín-Tegel, Dortmund, Hamburgo, Hannover, Stuttgart y Düsseldorf.

Precisamente este último, al que se dirigía el vuelo procedente de Barcelona que cayó en los Alpes, se ha convertido en una de las bases más activas de Germanwings. Así, de las 145 rutas que opera actualmente la low cost alemana, más de un tercio parten de Düsseldorf. Uno de sus principales mercados extranjeros es el español, donde está registrando los mayores porcentajes de incremento en los últimos años, y Barcelona-El Prat es también uno de los puntales de su expansión en el sur de Europa. En el 2014, Germanwings ocupó el puesto número 20 en la lista de compañías por viajeros a España, con un total de 1.912.348 personas transportadas. En El Prat ocupó el puesto número 12, con 523.653 viajeros.

A diferencia de las compañías low cost desvinculadas de firmas tradicionales, uno de los problemas de Germanwings es la edad de su flota de aviones. Opera un total de 87 aeronaves, según fuentes de la empresa, de las que 52 eran de Germanwings y el resto proceden de Lufthansa, según fuentes del sector. La antigüedad media de la flota roza los 13 años, aunque hay algunos aviones, como el siniestrado ayer, que llevan volando más de veinte años.

La mayor parte de sus aeronaves (43) son del modelo Airbus A319-100 (con capacidad para 150 pasajeros), un segundo grupo lo forman los Airbus A-320-200 (174 pasajeros, y los aviones más antiguos de la flota) y dispone de una veintena de Bombardier CRJ900 (90 pasajeros).

A pesar de esta longevidad de los aparatos, Germanwings, cuyo mantenimiento lo realiza Lufthansa, había sido nominada este año por la publicación Air Transport News para el premio de mejor compañía low cost, galardón que finalmente obtuvo Vueling.