Las Fiestas del Pilar se apagaron ayer de forma bulliciosa. Aprovechando la jornada festiva del lunes, fueron muchos los ciudadanos que, como en días anteriores, se lanzaron a conquistar el centro de la ciudad para apurar la recta final de estos diez días en los que la calle ha sido la absoluta protagonista. Así, no cabía pensar en otro final que no fuera una marea humana que moría en la Plaza del Pilar, punto álgido el día previo a la vuelta a la normalidad. En realidad fue un lunes que nunca pareció lunes.

La Virgen del Pilar siguió siendo la gran protagonista. Más allá de los actos oficiales como la Ofrenda de Frutos o el Rosario de Cristal, que contaron con una gran participación, su imagen vestida con flores volvió a ser punto de encuentro de fieles y visitantes. Muchos fueron los curiosos que, un día después, quisieron ver el resultado final de la Ofrenda. De ahí que, también, una de las zonas con mayor demanda fue la pasarela fotográfica ubicada frente a la Virgen. Cientos de personas ascendieron a ella para ser fotografiados, confirmando así la acertada decisión de ayuntamiento de implantar esta actividad de pago desde el año pasado.

Seguramente desde ese punto fue más sencillo constatar la gran afluencia a la plaza, inconfundible punto de encuentro de todos aquellos que gastaban por la zona los últimos instantes del Pilar 2014. La jornada ofrecía diversas posibilidades de ocio para los paseantes y curiosos. Los diferentes espacios musicales repartidos por el centro de la ciudad echaron el telón con sus últimas actuaciones. El grupo Alegría de Aragón (FFAMA) cerró en el escenario de la Fuente de la Hispanidad el ciclo Denominación de Origen.

DE LAS VAQUILLAS AL NÁUTICO

Pero la jornada, como si no fuese lunes, comenzó ya en una abarrotada plaza de toros con la sesión vaquillera. La plaza volvió a ser escenario de otro singular festejo a mitad de mañana, con el Encuentro Internacional de Tauromaquias, que volvió a llenar los tendidos de público para disfrutar de las vistosas actuaciones de los forçados portugueses, recortes de toros, la corrida landesa llegada desde Francia...

Por la tarde, las plazas del centro fueron caldeando el ambiente que después acupó la plaza del Pilar para vivir los últimos momentos de la fiesta. Eso sí, la lluvia volvió a hacer acto de presencia durante un rato, lo que obligó a retrasar algunas actuaciones, como la de Trajano en la plaza del Justicia.

Al otro lado de la plaza, asomado al río Ebro, la exitosa propuesta De Calle se despidió desde el anfiteatro del Club Náutico con la actuación del grupo francés de clown La Boca Abierto, que interpretó Aventure ante un público seguramente nostálgico por la despedida de las actuaciones callejeras.

No había otra opción, era un día de despedidas. Un multitudinario día de despedidas en el que miles de zaragozanos aprovecharon para disfrutar por última vez del bullicio y los actos que han animado estos días.