Algo más de 13.000 alumnos aragoneses de 3° de Primaria están llamados desde hoy lunes a la realización de una evaluación individualizada de competencias en Matemáticas, Lingüística en castellano e Inglés que el Departamento de Educación impone este año "para que los centros tengan información y aplicar planes de mejora". La prueba que por primera vez alcanza a este alumnado, es similar a la evaluación de competencias que se venía haciendo hasta ahora en 4° de Primaria y 2° de ESO, y ha chocado con la oposición de muchas familias, que, de hecho, ya han anunciado su intención de boicotearla.

Así, más de una decena de padres de colegios aragoneses han dejado claro que no llevarán a sus hijos al colegio los tres días en los que se celebrará la evaluación --entre el 2 y el 6 de junio--. Aunque en al menos dos de ellos, Tomás Alvira y Sáinz de Varanda, la negativa podría llegar a ser total y prácticamente ningún niño se presentaría a ese examen. Para justificar su decisión esgrimen sus dudas sobre la acumulación de evaluaciones ahora que el curso toca a su fin, la posible publicación de los resultados para establecer un ránking de centros y las "carreras de competición" que supone, según la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (Fapar), que también ha mostrado su rechazo a estas pruebas.

MÁS CRÍTICAS Además, este colectivo considera que estas pruebas son, "una vez más, fruto de la precipitación y el empeño que tanto el Gobierno a nivel nacional, como nuestro Departamento de Educación a nivel autonómico, tienen por aplicar una Ley ideológica y sectaria --la LOMCE--, que busca la exclusión del alumnado, segregándolo en función de sus conocimientos en lugar de garantizar el derecho fundamental a la Educación para todos", advierten desde la organización.

Cada día se realizará una prueba. En general, la duración se modifica respecto a las evaluaciones en 4° de años pasados y se establece una máxima de 80 minutos. Cada una tiene dos partes de unos 40 minutos cada una, con un descanso de 10 entre ellas.

La evaluación es obligatoria para todos los colegios de Primaria de la comunidad autónoma y la deberán hacer todos los alumnos de 3° si el centro cuenta con menos de 35 alumnos en ese curso y, donde haya más, el equipo directivo deberá realizar una selección de 35, que serán los que computarán para la muestra, si bien Educación habilita a los centros a extender la prueba a todo el alumnado de este curso. En este sentido, estarán exentos de realizar esta evaluación los niños que presenten necesidades educativas que les impidan llevarlas a cabo, así como los que desconozcan la lengua castellana y lleven escolarizados menos de un curso completo.

Precisamente, los criterios a la hora de seleccionar al alumnado que hará el examen también han sido cuestionados por los padres, que consideran que el Departamento de Educación no ha dado instrucciones al respecto, lo que podría provocar que algún centro elija a los alumnos más aventajados de cara a obtener un mejor resultado. Sin embargo, otros centros advierten de que "la prueba incluye la elaboración de un plan de mejora, por lo que no conviene seleccionar a los mejores".

Por su parte, Educación matiza que la elección de los 35 alumnos debería ser "aleatoria" dentro del grupo de escolares que no presenten alguna de las dos situaciones de exención. "La cuestión es que sea un grupo representativo de la realidad del centro, buscando una distribución similar a la del total de alumnos: por sexos, inmigrantes o repetidores...".

La Administración también había programado pruebas piloto tanto en 3° como en 6° aunque, finalmente, se aplazaron.