El parque de viviendas de VPO en Aragón entrará en poco tiempo en terreno pantanoso, ya que un notable número de pisos de protección oficial de los que se levantaron en los últimos años del llamado boom de la construcción, siguiendo la normativa actual, están ya o lo estarán pronto en disposición de pedir la descalificación voluntaria. Esto es, dejar de ser protegidas para pasar a ser libres, en un mercado en el que ahora está repuntando en los precios. En esta circunstancia se encontrarán más de 17.100 pisos en los próximos cinco años, según datos oficiales de la DGA.

El grueso de estos pisos está en Zaragoza, 15.883 en total. Este año ya se contabilizan más de 5.000 que en su día se adjudicaron como VPO y que hoy podrían dejar de ser de protección si sus propietarios así lo solicitaran de forma voluntaria, a coste cero y sin apenas trámites en la DGA.

Un total de 1.500 pertenecen a la primera fase de Parque Goya, al este de la autovía Mudéjar. Otras 2.000 de la segunda, Parque Goya II, lo irán haciendo progresivamente hasta el 2020. En todas estas promociones, impulsadas en los planes de vivienda 1998-2001 y 2002-2005, se van cumpliendo los 15 años que la normativa da plazo mínimo para que se mantenga la calificación. No respetar ese periodo de tiempo conllevaría devolver todo el dinero recibido de la Administración para la adquisición del piso.

A estas 3.500 viviendas se empiezan a sumar este año los 2.170 pisos que se levantaron en Rosales del Canal y que en su día se vendieron como vivienda protegida de precio tasado (VPT), una modalidad que permitía edificarlas en suelos privados y a las que podían acceder personas con salarios hasta 6,5 veces el mínimo interprofesional (SMI), mientras que en el régimen general el tope era de 5,5 veces. Entonces, sus compradores no podían obtener subvenciones, pero sí beneficiarse de los créditos de la VPO, aunque siempre estaban condicionados para hacerlo por ser un piso protegido. Pues bien, el plazo legal que tenían que esperar para poder vender al precio que quisieran era de 10 años, no 15 como la VPO clásica. Una década que empieza este año a cumplirse.

VALDESPARTERA

Junto a los pisos de Rosales se irán sumando de forma progresiva en los próximos tres ejercicios el lote más importante, Valdespartera, con un global de 9.900 inmuebles con un amplia variedad de VPO. Fijar un plazo lineal para todos ellos es una odisea, porque se entremezclan en la mayor expansión urbanística ya construida al sur de Zaragoza. Como estas viviendas hay otras 313 en Valdefierro.

Pero no es una circunstancia exclusiva de la capital aragonesa. En el resto de la comunidad se localizan otras 141 de VPO promovida en Alcañiz (Teruel) en el plan de vivienda 2005-2008 que igualmente irá alcanzando ese plazo de 15 años, o las 464 que se hicieron en los suelos del antiguo cuartel Alfonso I, en Huesca, o las 630 de la promoción en el polígono Puerta del Pirineo de la capital altoaragonesa.

Sin embargo, estar en disposición de pedir no significa en que se vaya a traducir en un aluvión de solicitudes. Sobre todo porque la crisis ha acabado casi equiparando los precios de la vivienda libre y la protegida, y la peticiones de descalificación han caído en picado en solo una década, hasta casi un 90%. En Aragón, en el 2007 se contabilizaron 610 solicitudes, de las cuales se concedieron 510. El año pasado fueron 88 y la DGA dio el sí a 63. En lo que va del 2017, se han registrado 58, de las que ya se han autorizado 34 y el resto están denegadas o en trámite.