Zaragoza ha elaborado unnuevo mapa del ruido en vías urbanas que permite analizar el impacto acústico que sufre a diario la población por motivos del tráfico. Un minucioso estudio que concluye que, hoy, un 26% de la población -más de 180.000 zaragozanos-, está expuesto a niveles superiores al aconsejable, marcado en el límite de los 65 decibelios que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS) como criterio para el horario diurno (de mañana y de tardes). Mientras que por las noches, la población afectada por el ruido excesivo, limitado a 55 decibelios, ahora representa el 17% de los habitantes.

Esto supone, en comparación con el último mapa, presentado en el 2007, un aumento del 10% en la franja diurna, en la que hace una década era del 16%, y un descenso del 3% en la nocturna, ya que entonces era del 20%. Son datos que, según destacó la concejala de Movilidad, Teresa Artigas, marcan la «hoja de ruta a seguir» en los próximos años para la toma de decisiones, pero también un análisis de las consecuencias de las que se tomaron en los últimos diez años.

Por ejemplo interesaba destacar que la línea del tranvía, que se puso en funcionamiento en el 2011 parcialmente de Valdespartera hasta Gran Vía y en el 2013 ya llegaba a Parque Goya, haya logrado sacar a «unas 7.000 personas» (6.977 según el estudio) de ese umbral de ruido excesivo reduciendo el impacto acústico que antes producían el autobús y el tráfico privado. Especialmente, destacó Carmen Cebrián, directora de la Agencia de Medio Ambiente y Sostenibilidad, el tramo de plaza España y Coso, donde se ha reducido «hasta en 7,5 decibelios, y son 2.000 personas las que se han beneficiado.

SUPERFICIE // Por contra, son las arterias principales que representan el tercer cinturón de la ciudad las que han heredado esa traslación del tráfico privado que ya no sufre el eje del tranvía y las que hoy han aumentado su nivel de decibelios. Hasta el punto de que, como destacaron Artigas y Cebrián, esta Z-30 se convierte en una de las causas de ese incremento de la población que sufre el ruido excesivo.

No es el único motivo. Por ejemplo, el distrito del Actur es uno de los que más incremento ha experimentado en la última década respecto al impacto acústico pese a que la línea del tranvía lo atraviesa. Y es, sobre todo, por las vías perpendiculares y paralelas que han absorbido parte del tráfico que antes soportaba Gómez de Avellaneda y María Zambrano.

Pero hay más datos destacabales en el mapa del ruido en vías urbanas de este 2017. Por ejemplo el hecho de que el 60% de los edificios sensibles en la ciudad (centros sanitarios, colegios o espacios culturales) soportan más de 60 decibelios. O que la superficie por encima de 65 es el 2,3% del total en horario diurno, 0,5% menos que en el 2007; y el 2,1% en el nocturno, 1,6% menos.

Pero Zaragoza, además de datos, ofrece ahora la posibilidad de observar en el mapa todas las vías de mayor ruido. Distinguidos por los colores amarillo, rojo o morado, que explican de menor a mayor el grado de exposición.