Los técnicos de limpieza de la ciudad de Zaragoza repartieron más de 25 toneladas de sal por las calles para evitar resbalones y accidentes. El Plan Municipal de Protección Civil que activó el consistorio también prohibió baldear las zonas peatonales para que no se formaran las temidas placas de hielo. Sin embargo, en muchas zonas la circulación fue complicada.