Las autoridades dieron ayer una nueva muestra de unidad en los diferentes actos que protagonizaron en recuerdo de las víctimas mortales y en apoyo de los heridos de los atentados de Barcelona y Cambrils. El punto culminante tuvo lugar por la tarde en el lugar en el que la furgoneta terminó su macabro recorrido por la Rambla, en el mosaico de Miró, sobre el cual los ciudadanos han ido colocando espontáneamente velas, flores, peluches y mensajes para honrar la memoria de los fallecidos.

Los Reyes, acompañados de la vicepresidenta del Gobierno central, Soraya Saénz de Santamaría; el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont; el delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, depositaron un ramo de flores y una vela sobre el mosaico de Miró. Tras la ofrenda, Felipe y Letizia se trasladaron en coche al ayuntamiento para firmar en el libro de condolencias, un acto que realizaron también el resto de autoridades en diferentes momentos a lo largo de la jornada.

«No tenemos miedo, no nos doblegaremos, nuestra convivencia pacífica y democrática (...) son infinitamente más fuertes», escribió el Monarca, haciéndose suyo el lema coreado por centenares de personas tras el minuto de silencio en la plaza de Cataluña el pasado viernes.

En términos parecidos se expresó Carles Puigdemont: «Les hemos dicho alto, claro y juntos que no tenemos miedo», mientras que Santamaría destacó el «coraje sereno» de todos los barceloneses, que «han demostrado que la sociedad es libre si no permite que nadie le haga sentir miedo».

Visita a los heridos

Felipe ya había verbalizado el lema horas antes, durante la visita que realizó junto a la reina Letizia a los heridos que permanecen ingresados en el Hospital del Mar y de Sant Pau: «No tenemos miedo ni lo tendremos nunca». «Este atentado vil, cobarde, este asesinato que ha matado y herido a tantas personas y que nos ha conmocionado a todos no puede y no podrá con nosotros, ni con nuestros valores, ni con nuestra convivencia, ni con nuestra democracia o nuestro aprecio por los derechos humanos», indicó, al tiempo que señaló que Barcelona «no ha estado sola ni lo estará».

Felipe señaló que tanto él como la Reina querían dar a los afectados «el abrazo de todos los españoles, de todos los catalanes, de todos los barceloneses y de todo el mundo», ya que las víctimas y heridos proceden de un total de 34 países. Y destacó también el «ejemplo de solidaridad» y el «impulso solidario» de los barceloneses y los españoles en «situaciones críticas».

Hoy domingo volverá a tener lugar una nueva muestra de la unidad institucional, en la misa que se celebrará en la Sagrada Famlia en recuerdo de las víctimas de los atentados. Está previsto que acudan a la ceremonia los Reyes, el presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy; la vicepresidenta Soraya Saénz de Santamaría, así como Puigdemont, Colau y la alcaldesa de Cambrils, Camí Mendoza.