Las llamas arrasaron durante el día de ayer otras 700 hectáreas de pinar entre los términos municipales de Zuera y Castejón de Valdejasa. Sumadas a las 1.500 hectáreas que se contabilizaron el pasado martes, son 2.200, lo que hacen que sea el incendio más grave de cuantos se han producido este año en España y el sexto peor de todos los que se recuerdan en Aragón desde que existen datos.

Al cierre de esta edición, el fuego seguía sin estar controlado completamente, pero la pequeña lluvia caída a última hora y la suave bajada de la temperatura aliviaron levemente los esfuerzos de las 400 personas que trabajan en la extinción. El operativo estuvo formado por 16 medios aéreos, 24 autobombas y 16 cuadrillas terrestres que trabajaron sin descanso en el operativo. La coordinación entre administraciones fue total y además de los trabajadores del Departamento del Gobierno de Aragón y Sodemasa, trabajaron bomberos de las diputaciones y ayuntamientos como el de Zaragoza. Asimismo, el Ejército tuvo un papel muy activo con la aportación de centenares de efectivos. Los últimos, tras la petición del Ejecutivo autonómico al Ministerio de Defensa, 78 procedentes de la Unidad Militar de Emergencia de Valencia. También llegaron efectivos de comunidades vecinas, como Cataluña, que aportó un helicóptero. El Ministerio de Medio Ambiente y gran parte de su personal también participó en las tareas de extinción, y los responsables ministeriales estuvieron en contacto con las autoridades aragonesas, encabezadas por el consejero de Medio Ambiente, Alfredo Boné, que estuvo ayer en el lugar del incendio.

El frente que más preocupaba ayer al operativo era el noreste, que avanzaba en el término municipal de Zuera, al ser una zona muy escarpada y con una frondosa masa boscosa compuesta "al 99%" por pinos, según el director general de Gestión Forestal, Alberto Contreras, que estuvo con el operativo todo el día y la noche. Además, la llegada de viento racheado a última hora también podía complicar el control del fuego. Alberto Contreras señaló que a lo largo de la tarde, el tiempo caluroso que afectaba a Zaragoza con altas temperaturas, favoreció que se reavivaran cien brotes a lo largo de un frente estrecho y largo. Es precisamente esta zona dónde estaban actuando ayer el mayor número de efectivos de manera intensa para evitar que se reproduzcan por el calor y el viento. La zona que se considera más crítica es en el área noreste, aunque el incendio se mantenía estabilizado y no había riesgo de que el fuego afectara a ninguna población.

Las horas de la noche fueron fundamentales para dar por controlado totalmente el incendio que ha asolado 2.200 de las 14.000 hectáreas que tienen esta masa boscosa. Aunque el siniestro lo originó un accidente de tráfico a las dos y veinte de la tarde del pasado martes, ayer había un centenar de focos causados por las briznas y las piñas de los árboles que el viento alejaba incluso centenares de metros. La mayoría de esos pequeños focos eran sobre superficie ya quemada, con lo que los principales trabajos consistían en remojar el terreno.

INSTALACIÓN MILITAR

A pesar de que salvo Castejón no hubo más problemas con poblaciones cercanas, el in cendio afectó de lleno a las inmediaciones de un centro de control y telecomunicaciones del Ejército. No hubo necesidad de evacuarlos puesto que los militares ya se pusieron en alerta y abandonaron la instalación y empezaron a colaborar en las primeras tareas de extinción.

La precaución y las medidas de seguridad son básicas para evitar que se produzcan más incendios en un mes de agosto "de alto riesgo".