Aunque la precariedad sigue siendo la nota dominante en el mercado laboral de Aragón, las estadísticas del 2015 muestran una evolución positiva de la mayoría de indicadores. Entre los jóvenes descendió en más de 10 puntos la tasa de paro, aunque sigue por encima del 40%, y bajó un 16,6% el número de los que ni estudian ni trabajan, los llamados ninis. Estos resultados encajan con el dato de que el paro afecta al 10% de los titulados superiores, pero al 30% de las personas menos cualificadas.

Los datos vienen recogidos en el apartado laboral del informe del CESA sobre el 2015, en el que destaca, por el lado positivo, la creación de 22.000 nuevos empleos --cinco veces más que en el 2014-- y que el paro descendió en 26.000 personas. Lo más negativo es que descendió en 4.000 el número de personas activas.

Uno de cada seis parados encontró empleo durante el 2015 y descendió un 30% el número de "inactivos desanimados" (personas que no buscan empleo porque creen que no van a encontrarlo). Sin embargo, todavía había 55.000 aragoneses que llevaban más de un año en situación de desempleo (un 25% menos que el año anterior).

El estudio también refleja como las mujeres han incrementado su presencia en el mercado de trabajo a lo largo de la crisis, pero ocupando puestos de peor calidad. Así, el empleo femenino presentaba el pasado año peores tasas de paro (19,9% frente a 13,3% del masculino), de temporalidad (24,7% frente a 21,1%) y, sobre todo, de empleos a tiempo parcial (27,7% sobre el 6,3% de los varones). Y más de la mitad de los 71.000 aragoneses con empleo a tiempo parcial se consideraban "subempleados" por insuficiencia de horas.

Tanto el presidente del CESA, José Manuel Lasierra, como la consejera de Economía, Marta Gastón, reconocieron ayer la persistencia de la "precariedad laboral" y abogaron por intensificar la lucha contra este problema.