Miles de personas salieron anoche a protestar en Zaragoza al grito de «las calles serán siempre nuestras» para clamar contra la actuación de las fuerzas de seguridad en Cataluña en lo que calificaron de «represión dura y violenta». También pidieron la dimisión del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

Convocada por más de veinte organizaciones y colectivos de la ciudad a esta movilización se sumaron Podemos, CHA, IU, CCOO. y CGT, así como asociaciones vecinales.

La marcha terminó frente a la sede de la Delegación de Gobierno, en la plaza del Pilar, una decisión que tomaron en el momento, ya que en un principio estaba prevista únicamente una concentración sin recorrido.

Allí el Coro libertario de Torrero interpretó la canción de La estaca de Lluis Llach, tras lo que se procedió a la lectura de un manifiesto en el que se denunciaron «gravísimas violaciones» de derechos humanos cometida como consecuencia de la «respuesta» del Gobierno. «El discurso de la ley y el orden demuestra su inutilidad para responder a la desobediencia civil masiva protagonizada por un movimiento popular, denunciamos esta violencia legalizada», según explicó un miembro del colectivo Derechos civiles, surgido tras las protestas del movimiento 15-M.

Durante la movilización, tras una pancarta en la que se podía leer Contra la represión y por el derecho a la autodeterminación, los manifestantes, algunos con banderas republicanas, gritaron lemas como Fuera las fuerzas de ocupación, Policía asesina, Rajoy dimisión o La represión no es la solución.