La ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, fue ayer la última en tener una reacción extemporánea sobre el traslado de las piezas de Sijena, y lo hizo al considerar que «tendrían que haber sido los gobiernos socialistas de Aragón y Lérida quienes tendrían que haber dialogado para no llegar a la situación de ayer (por el lunes)». En un contexto de plena campaña electoral en Cataluña, la dirigente popular señaló, precisamente en Lérida, que el «el PP no tiene nada que ver» ya que se trata de un «conflicto histórico» entre ambas comunidades. Una apreciación que muestra por su parte el absoluto desconocimiento del litigio. Asimismo, aseveró que el PP «tan solo respeta las sentencias y resoluciones judiciales», aunque indicó que desde el PP «siempre» han defendido «que estos bienes se quedaran en Cataluña».

En la misma línea, el candidato del PP a la Generalitat explicó que «evidentemente» esta decisión «no es oportuna desde el punto de vista político», pero el juez «toma sus decisiones en el ámbito judicial», sin «entrar a valorar qué es lo que le interesa a un partido u otro».

«¿A mí me gusta esto? No. ¿Desde el PPC dimos apoyo a que estas obras se quedasen en Lérida? Sí. Pero hay una resolución judicial y es evidente que el Gobierno de España, la Policía, la Guardia Civil y los Mossos en este caso no se pueden poner a hacer lo que quieran, contraviniendo las disposiciones de la justicia», argumentó.

Por su parte, Àngel Ros, alcalde de Lérida, aseguró ayer a través de su cuenta de Twitter que ahora su «máxima prioridad» es «trabajar en la preparación del recurso de casación» ante el Tribunal Supremo para tratar de devolver las obras del monasterio de Sijena al museo de la ciudad catalana. El socialista, tras afirmar que ayer es un «día triste», por el traslado de las obras a la localidad oscense, Ros alertó de que «la sentencia no es firme» y que todavía «existen recursos presentados».

Mientras, el museo de Lérida tendrá jornada de puertas abiertas toda la semana en señal de «gratitud» por los apoyos recibidos. Exhibirá la sala del gótico sin los sepulcros que han sido trasladados al monasterio aragonés.

En su peculiar campaña a través del plasma, el presidente cesado de la Generalitat, Carles Puigdemont, manifestó desde Bruselas que «las estanterías vacías» del museo de Lérida son una muestra de «qué pasará en Cataluña si los del 155 gobiernan durante cuatro años».

Puigdemont intervino a través de un vídeo en un acto electoral en Lérida y se refirió a las piezas de Sijena que, a su entender, forman «parte del patrimonio cultural catalán», a pesar de que varias sentencias reconocen que se compraron de forma ilegal y procedentes de un monumento aragonés.

Según el expresidente, las estanterías que contenían ese material, ahora en Aragón, han quedado «arrasadas» por orden de la justicia española. Carles Puigdemont advirtió además de que la misma situación se produciría en Cataluña en aspectos como «la escuela, la lengua, los medios de comunicación públicos o la policía» en caso de victoria en las elecciones del bloque constitucionalista. Puigdemont criticó duramente al alcalde de Lleida, el socialista Angel Ros, porque «ha sido incapaz -dijo- de evitar aquello que se comprometió a evitar». «El 155 es abrir la puerta cuando llama el amo», manifestó.

Tras conocerse la sentencia del juez de Huesca que autoriza el traslado de las piezas a Sijena, diversos colectivos empiezan a sumarse al carro. Entre ellos, el de los Papeles de Salamanca, que reclaman que vuelvan a la localidad castellana. También en Bilbao comienzan a movilizarse para que el Guernica de Picasso vuelva a Vizcaya.

Por su parte, Compromís exige al Gobierno que se aplique el mismo criterio de las obras del monasterio de Sijena a otros casos de «expolio patrimonial», entre los que cita las obras de las capuchinas de Castellón, los papeles de Salamanca o la Dama de Elche.

Mulet recuerda que, en el año 2012, un total 52 bienes culturales, entre los que se encuentran pinturas o esculturas, fueron «hurtados» del Convento de las capuchinas en Castellón y trasladados a un monasterio de Barbastro con la «pasividad cómplice» del PP.