La realidad se ha impuesto y el optimismo mostrado por el Gobierno, que abrazó la teoría de que a finales de este año se crearía empleo, se ha descubierto excesivo. Los datos del paro registrado en los servicios públicos de empleo y de afiliación a la Seguridad Social del pasado mes de septiembre muestran una atonía general en la contratación y un aumento del desempleo mayor del previsto, aunque septiembre siempre es malo, debido al fin de la temporada de verano.

El número oficial de parados es claro: 4.226.744. Son 95.817 desempleados más que en agosto (2,32% más), un incremento récord en el último mes del verano que no se daba desde 1996. En términos anuales, la subida se dispara y suma 208.981 desempleados, lo que supone un 5,2% más.

Las cifras han chocado con las optimistas previsiones realizadas por el presidente del Gobierno y el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, que confiaban en una recuperación del empleo para finales de este año. Gómez reconoció ayer que el último trimestre del 2011 "será peor" de lo que preveía.

En el último año, sobre todo para justificar las medidas de recorte de los salarios públicos y las leyes de reforma del mercado laboral, que no parecen dar los resultados prometidos, el ministro de Trabajo llegó a cifrar entre 40.000 y 50.000 los puestos de trabajo que se podrían crear con la reactivación económica.

Incluso ayer poco después de conocerse los datos, la vicepresidenta Elena Salgado aún confiaba en "alguna recuperación". Horas después, cuando la bronca política arreciaba se sumó al coro de los que señalaban a los recortes de los gobiernos autonómicos como causa de que el desempleo en España vaya a rozar los cinco millones a finales de año.

DEPENDE DEL RECORTE Salgado estuvo de acuerdo en que las autonomías asuman la parte que les corresponde en la lucha contra el déficit aunque, puntualizó, "es una cuestión distinta" si se reduce el gasto en educación y sanidad o "en otras áreas de la administración relacionadas con una mayor eficiencia".

En todo caso, el ministro de Trabajo sí garantizó que el actual Gobierno no va a recortar la prestación para los desempleados. En septiembre la tasa de cobertura de las prestaciones fue del 71%, es decir, más de siete de cada 10 parados cobraban el desempleo.

Precisamente los datos muestran que el paro aumenta entre el colectivo sin empleo anterior así como el número de personas que van perdiendo todas las prestaciones. Según los sindicatos, cerca del 30% de los parados no cobran ni la prestación ni el subsidio.

AGRICULTURA Y JÓVENES El fin de la temporada estival marca el aumento del paro. Sube en el sector servicios en 74.500 parados más, un sector que acumula el 80% del incremento de septiembre. Los jóvenes menores de 25 años fueron los más perjudicados, al aportar 39.036 desempleados más. Y también afectó en mayor medida a las mujeres que a los hombres, aunque ellas siempre aumenten las altas como búsqueda de primer empleo.

El estancamiento de la actividad económica se traduce en atonía de la contratación que solo tiene pulso en el sector privado. Los contratos registrados en septiembre apenas fueron el 0,25%. Solo se alcanzó el 3,09% en el sector de hostelería y turismo.

La caída más relevante se aprecia en los contratos indefinidos que bajaron el 14,23% respecto del mismo mes del año anterior. Del total de la contratación los contratos fijos representaron solo el 7,51%.

Todo ello repercutió también negativamente en las cifras de afiliación a la Seguridad Social que disminuyeron en 64.956 personas, lo que situó el total de ocupados en 17.435.562.