Para bien o para mal, hoy será un día señalado en la historia de la planta de Opel de Figueruelas, que cumple este año su 36 aniversario. Este lunes finaliza el últimatum dado por la dirección de Opel -perteneciente al gigante francés PSA- para cerrar un acuerdo de competitividad con el comité, que de producirse bien podría bautizarse como el de San Valero por ser el día del patrón. Ayer volvió a vivirse una tanda maratoniana de reuniones entre ambas partes, que apenas acercaron sus posiciones. Hoy, con roscón o sin él, volverán a sentarse a negociar a partir de las 8.30 horas en el interior de la factoria, donde es una jornada laboral. Como suele ocurrir en estos casos, todo apunta a que los plazos se apurarán hasta última hora en busca in extremis del entendimiento.

Los sindicatos y la dirección de Opel España llegan al día D de la negociación con postulados todavía alejados, sobre todo en las cuestiones que atañen a los pluses salariales y pausas. En estos dos puntos no hubo ningún avance, según explicó a este diario la secretaria general de Industria de CCOO Aragón, Ana Sánchez, quien se mostró «pesismista» sobre la marcha de la negociación tras un domingo de «infructuosas» e «inagotables» reuniones, que comenzaron a las diez de la mañana y finalizaron pasadas las nueve de la noche. «Nos queda un día. Mantenemos la esperanza de que la empresa se mueva y podamos llegar a un acuerdo», agregó. Ningún otro representante sindical quiso hacer valoracoines.

La empresa insiste en podar o eliminar algunos pluses, además de congelar las nóminas dos años y subirlas el 50% del IPC otros dos ejercicios. Aunque esta merma retributiva es muy inferior a la planteada inicialmente por la compañía -que llegó a pedir una reducción de salarios del 6%-, la parte social sigue consideraando inaceptables los recortes. Si Opel no flexibiliza sus obejtivos en este asunto parece difícil que se pueda alcanzar un consenso.

avance en los Niveles 6 y 7 / Fuentes sindicales detallaron que la reunión de ayer sí sirvió para avanzar en lo referente a los trabajadores de las niveles 6 y 7 (supervisores, ingenieros, técnicos), que ahora no están dentro de convenio y cuya integración en el mismo reclama el comité. La empresa sigue rechazando esa pretensión pero se aviene a que estos colectivos puedan estar amparados por la negociación colectiva de alguna manera.

Se desconoce si hubo avances en cuando a la renovación del contrato relevo y el plan de rejuvenecimiento de la plantilla, también claves en las demandas el comité. Tampoco se sabe nada sobre la introducicón de nueva escala salarial para nuevas contrataciones planteada por Opel, que partiría de 17.600 euros brutos al año, algo a lo que se oponen los sindicatos. Estos exigen mecanismos para que en un plazo de años pueda homologarse esa remuneración con la del resto de la plantilla, como ocurre ahora.

En caso de referéndum / Y mientras se deshoja la margarita en la mesa de diálogo, las diferentes fuerzas sindicales de la planta comienzan a tomar posiciones y marcar perfil tras haber mantenido hasta ahora una cierta unidad de acción. Salvo sopresa mayúscula, OSTA y CGT no apoyarán ningún tipo de acuerdo con la empresa. Ambas organizaciones celebraron una asmblea conjunta el pasado sábado en la que exigieron al resto de organizaciones la celebración de una asamblea general para toda la plantilla antes de que se vote un posible pacto. UGT y CCOO, que ostentan la mayoría del comité, también son partidarios de un referéndum en caso de que finalmente la negociación acabe en fumata blanca, pero no ven necesaria esa convocatoria previa.

Si hoy no hubiera acuerdo y la compañía cumple su amenaza de llevarse el Corsa, el futuro de Figueruelas y sus 5.400 trabajadores quedará seriamente maltrecho. ¿Susto o muerte?