La calidad del aire en los espacios cerrados en España ha mejorado de forma global desde que se comenzó a aplicar la ley antitabaco, según se desprende del estudio que ha desarrollado la Agencia Salud Pública del Ayuntamiento de Barcelona. Así lo aseguró Manel Nebot, director de esta institución, que presentó en Zaragoza el resultado del estudio que ha medido la cantidad de partículas, CO2 y nicotina en un total de 400 locales --entre lugares de trabajo, oficinas y dependencias de la Administración así como locales de hostelería: bares, restaurantes, pubs y discotecas-- en tres momentos distintos: en el 2005 y a los seis y nueve meses de entrar en vigor la ley.

En los lugares de trabajo, la reducción ha sido considerable, de más del 80%, aunque nunca será del 100%, porque siempre habrá un despacho en un hospital o en una Administración en que se fuma", apunta este experto. En hostelería, los niveles medios de nicotina han disminuido, pero todavía son altos. "El promedio de contaminación en la hostelería es de dos microgramos de nicotina por un metro cúbico de aire, la misma cantidad que encontramos en casas de fumadores. Sin embargo, si analizamos los locales de ocio nocturno en los que se permite fumar, como discotecas y pubs, el nivel sigue siendo altísimo. Se ha pasado de 30 a 15 microgramos de media, lo que supone siete veces más que en una casa en la que se fuma". Para Nebot, la ley se ha revelado como muy eficaz en cuanto a una mejora objetiva de la calidad del aire en locales cerrados, pero hay que seguir avanzando.