Los diputados socialistas del Congreso de los Diputados recibieron ayer una llamada con un ruego: estar hoy como un clavo en el escaño. A las seis y media de la tarde, el PNV anunció en Bilbao que votará en contra del decretazo, una decisión que le complica la vida al Gobierno, que contaba con su abstención.

El rechazo de los nacionalistas vascos al plan, que incluye la rebaja del sueldo de los funcionarios y la congelación de las pensiones, puede dejar la balanza casi equilibrada. 169 votos a favor de los recortes (los del PSOE), 168 en contra (PP, PNV, ERC, IU, BNG, UPyD y Nafarroa Bai) y las probables 13 abstenciones de CiU, Coalición Canaria y UPN.

LLAMADAS DEL EJECUTIVO El rechazo del PNV --defendido por su presidente por considerar las medidas planteadas por el Ejecutivo como "insuficientes" y "contraproducentes"-- obligó al propio José Luis Rodríguez Zapatero a implicarse en la consecución de votos para la aprobación del decreto ley.

El presidente del Gobierno contactó con los dirigentes de CiU (con 10 diputados) para convencerles de las bondades de su plan de ajuste. El sí de los diputados catalanes aliviaría la presión al Ejecutivo, pero su abstención dejaría el marcador a 169-168, un cálculo que siempre estaría a expensas de ausencias de última hora y de despistes electrónicos.

Fuentes de la Moncloa explicaron que Zapatero argumentó a los nacionalistas catalanes que el veto al plan de ajuste sería un mensaje pésimo para los mercados y cara a los socios europeos, puesto que el Ejecutivo se ha comprometido, junto con los otros gobiernos de los Veintisiete, a controlar el déficit público.

IMPUESTO NUEVO Y TEMPORAL Antes de que ayer por la tarde el PNV sembrara el desconcierto en el Ejecutivo, la atención en el Congreso estuvo centrada en los pocos detalles que Zapatero dio del nuevo impuesto para los más ricos que está "evaluando" el Gobierno. El jefe del Ejecutivo dijo que, "en breves semanas", se conocerá una nueva "figura tributaria" que gravará a los ciudadanos que tienen "una alta capacidad económica". "No afectará al 99,9% muy largo de la población", añadió.

Zapatero sacó este tema en la sesión de control en una respuesta al líder de la oposición, Mariano Rajoy. Tras escuchar los escasos detalles que aportó el presidente del Gobierno, Rajoy le pidió concretar para evitar que cunda la "desconfianza" en la economía española. Fuentes de la Moncloa explicaron más tarde que el impuesto será "extraordinario" porque será "nuevo y temporal".