El consejero de Sanidad del Gobierno de Aragón, Ricardo Oliván, defendió ayer los ajustes presupuestarios en salud llevados a cabo por su departamento, pero se mostró convencido de que debieron realizarse antes del desencadenamiento de la crisis económica.

"Había algo que hacer desde hace años y eso se tenía que haber hecho cuando la situación era de bonanza, porque habría sido mejor entendido entonces por los profesionales y la población en general", apuntó el consejero instantes antes de inaugurar en Huesca las XII Jornadas de Gestión y Evaluación de Costes Sanitarios y tomar parte en un debate sobre el impacto de la crisis en la sanidad con sus homólogos de Valencia, La Rioja y Murcia.

Oliván explicó que las decisiones se tomaron al inicio de la actual legislatura autonómica con "mucha rapidez" ya que, en su opinión, eran "necesarias", pero insistió en que antes de adoptarlas se elaboró un documento de compromisos consensuado con sindicatos, asociaciones y profesionales. En este sentido, el consejero aragonés señaló que algunas de las voces críticas actuales contra la gestión del sistema sanitario participaron en la firma de dicho documento.

En el marco del debate de las jornadas, que congregan a más de 600 profesionales con responsabilidades sanitarias, el consejero aragonés insistió en adoptar "los medios necesarios" para tratar de ajustar la demanda de los usuarios a lo "estrictamente necesario" a fin de evitar que los pacientes utilicen el sistema como "la carta de un restaurante".

En respuesta a las críticas sobre un proceso de privatización de la sanidad, Oliván subrayó que "ahora se está externalizando mucho menos que hace cuatro años" y se refirió a la sanidad pública española como "una de las mejores del mundo" donde, matizó, la privatización de este sistema "se complementa" en este sistema "desde siempre".

El consejero reconoció que en la sanidad pública aragonesa hay "cuellos de botella" y apuntó que la solución a esta situación "pasa por recurrir a la privada en las cantidades y momentos adecuados".

Además, Oliván explicó que el gasto sanitario se ha reducido en Aragón desde los 1.920 millones de euros del año 2011 a los 1.680 del anterior ejercicio. "Se han ajustado muchas cosas y se ha gastado mucho menos dinero. De este modo considero que la calidad asistencial no se corresponde con esa disminución del gasto y que se han mantenido unos niveles más que aceptables", señaló Oliván.