El Salud reorganizará los servicios duplicados en los hospitales, creando unidades de alta especialización; reducirá al máximo las peonadas y ampliará las jornadas de tardes de los centros de salud, reforzando la inspección médica para reducir el absentismo laboral. Estas son solo algunas de las 400 medidas que la Consejería de Sanidad del Gobierno de Aragón va a emprender para garantizar la sostenibilidad del sistema sanitario "sin recortes ni supresión de estructuras", tal y como indicó el director gerente del Salud, Tomás Tenza.

La presidenta Luisa Fernanda Rudi fue la madrina de este paquete de medidas, que se pondrán en marcha a través de los contratos de gestión de los distintos hospitales en un plazo de dos meses, aunque previamente las iniciativas puramente laborales pasarán por mesa sectorial, un órgano de negociación sindical que fue convocado ayer mismo. Rudi puso la nota política a la presentación y --por si había alguna duda-- aclaró su compromiso con una sanidad "pública, para todos y gratuita". E insistió en el mensaje que ya ha dado en en otras ocasiones: "Descartamos el copago. No va a ser una iniciativa del Gobierno de Aragón".

El mensaje de que las medidas que se van a adoptar no suponen recortes sino reestructuraciones fue compartido tanto por Tenza como por el propio consejero de Sanidad, Ricardo Oliván, que finalmente ha puesto encima de la mesa su plan para la sanidad durante estos cuatro años, tras varios meses en los que sindicatos y colectivos sanitarios le habían acusado de inactividad. "La situación de ahogo no es la misma que la de otras comunidades, por eso no se precisan los mismos salvavidas", indicó Tenza. Y eso que la deuda sanitaria de Aragón supera los 400 millones de euros.

El primer objetivo económico de la consejería será "cumplir con el presupuesto", es decir, no gastar más de lo consignado. Dentro de esta amplia meta se engloban un total de 400 medidas que engloban áreas tan amplias como la organización, las plantillas, las prestaciones farmacéuticas o la calidad.

El planteamiento de Sanidad pasa por un cambio de modelo para evolucionar del actual, basado en ratios, que se considera "obsoleto". Es decir, no en todos los hospitales deben prestarse todos los servicios. De este modo, se unificarán aquellos similares que se presten en hospitales cercanos, aunque todavía está pendiente de elaborar el listado de estas áreas. Asimismo, Sanidad apuesta por que los centros de salud abran por las tardes, no con el servicio de urgencias, sino como una parte más de su horario laboral.

En lo que se refiere a política personal se promocionarán los incentivos vinculados al contrato de gestión y no a la negociación laboral. Y se vigilarán con mano dura las peonadas y las jornadas de quirófano de tardes retribuidas. "Aumentaremos al máximo la actividad ordinaria en turno de tarde. Las peonadas tienen que servir de alivio, pero no las vamos a mantener en todos los casos. Solo se harán en los servicios en los que se tenga un buen aprovechamiento de la jornada por la mañana", apuntó Tenza. Eso por concepto, ya que en realidad las peonadas y los complementos por el trabajo de tardes solo suponen a las arcas sanitarias 12 millones de euros --7 por el primer concepto y 5 por los pluses--.

ORGANIZACIÓN

También se prestará una especial vigilancia a uno de los caballos de batalla de la Administración sanitaria: la reducción del absentismo laboral y la planificación de las sustituciones. En este concepto el margen de mejora es mucho más amplio. Solo las sustituciones en Especializada cuestan al año 107 millones de euros, invertidos en cubrir al personal de vacaciones, con días de asuntos propios o con bajas. Por eso, una de las medidas será mejorar la organización interna de las plantillas, para disminuir el número de sustituciones.

"Vamos a identificar a los buenos y a premiar a los mejores", aseguró Oliván, como declaración de intenciones.