El director general de Opel España, Antonio Cobo, dio ayer un toque de atención al ministro de Industria, José Manuel Soria. El máximo ejecutivo de Figueruelas no quiso desaprovechar la oportunidad de la celebración del 30 aniversario de la llegada de Opel España a Zaragoza para recordarle que durante las tres últimas décadas la planta ha trabajado con ahínco y que ejecutivos, empleados, proveedores e instituciones han remado en una misma dirección. El resultado son más de 11 millones de coches fabricados y una inversión superior a los 4.000 millones. Por tanto, Cobo consideró que la efeméride y el contexto económico de recesión era el oportuno para trasladarle al titular de Industria pocos mensajes, pero claros. Y así lo hizo. Otra cosa es que Soria se diese por enterado en su fugaz visita, en la que ni siquiera atendió a los medios de comunicación. Rudi y Cobo tampoco lo hicieron.

El máximo ejecutivo de Opel España recordó a Soria que, sin una apuesta decidida por la industria y, más concretamente, por el sector del automóvil, la economía nacional podría perder uno de sus grandes pilares junto al turismo. Por ello, le invitó a coger el timón y poner rumbo hacia políticas que hagan crecer la base industrial: "Aquellos países que reduzcan su base industrial, no podrán mantener la calidad de vida de sus ciudadanos". Sonó alto y claro.

EL DESEADO RENOVE Cobo fue sutil en el mensaje, pero, como se suele decir, a buen entendedor pocas palabras bastan. Y metió el dedo en la herida al aludir a la necesidad de "impulsar el mercado doméstico para recuperar las ventas" de vehículos, así como "renovar el parque de automóviles que se envejece poco a poco cada vez más". Fue una clara alusión al deseado Plan Renove (ayudas a la compra) por parte de los fabricantes. Y las cifras fueron el mejor aval para trasladar este mensaje.

España se ha convertido en el segundo fabricante europeo de vehículos, un sector del que dependen más de 60.000 empleos directos y unos 300.000 indirectos resulta. Además, supone el 10% del producto interior bruto (PIB). Así, es preciso "cuidar este sector industrial", recordó Cobo a los asistentes reunidos en el corazón de la planta y rodeados del enorme mecano que no cesaba de devorar piezas para poder sacar cientos de coches diarios. Entre los asistentes estaban el vicepresidente de Comunicación de Opel Europa, Johan Willems y los consejeros de Economía e Industria, Francisco Bono y Arturo Aliaga, respectivamente.

El ministro Soria también se dirigió a los asistentes con un discurso sin respuestas concretas hacia el sector y en el que trasladó que "política del Gobierno va dirigida a sentar la base de la industrialización de le economía española", tras el "peligroso" proceso de desindustrialización de los últimos años. Eso y poco más en una intervención en la que aludió a la hoja de ruta "clara" del Gobierno: la consolidación fiscal, las reformas estructurales y la apuesta por el euro.

A MEDIO GAS Pero este año España solo fabricará 800.000 vehículos. Una de las cifras más bajas de los últimos años y que, como no puede ser de otra forma, repercute en la producción. También en la de Opel España, que cerrará el ejercicio a medio gas (270.000 coches frente a una capacidad de 485.000), lo que ha llevado a salpicar el 2012 y el 2013 de días de ERE. Por ello, Cobo apuntó: "unas políticas acertadas de I+D+i son fundamentales en este negocio".

Sin embargo, Cobo quiso ser optimista y mirar al futuro, más concretamente al 2014, año en el que Figueruelas comenzará a fabricar la nueva generación del Corsa. Un hito que "nos permite tener asegurada la producción".

OFENSIVA DE PRODUCTO Este será solo uno de los numerosos modelos que la multinacional quiere lanzar al mercado en toda Europa. "Opel ha protegido sus inversiones y continuará la renovación de su gama de productos", porque "para volver a los beneficios, los modelos deben estar detrás", dijo el máximo responsable de Figueruelas. Así, hasta 2016, la firma del rayo prevé lanzar 23 vehículos nuevos o renovados, en lo que Cobo calificó de "ofensiva de vehículos y tecnología", con una inversión de 11.000 millones.

Para el presidente del comité, Ramón Legarre, "la suerte" de Figueruelas es tener asignado el nuevo Corsa, aunque manifestó la incertidumbre ante la caída del consumo. También confió en conocer pronto las nuevas medidas de la compañía en Europa.

Por otro lado, la presidenta del Gobierno aragonés, Luisa Fernanda Rudi, recordó que el 30 aniversario de GM en España coincide con el 30 aniversario del Estatuto de Autonomía de la comunidad, de forma que "coinciden dos de los símbolos del Aragón contemporáneo". También hizo referencia al "legado" de la planta en Aragón, que supone, además del impacto en la generación de empleo, "la especialización industrial y vocación exportadora".