La oposición ha compartido el mismo eslogan durante el tiempo que Zaragoza en Común (ZeC) lleva al frente del Gobierno: la ciudad está paralizada. El plan de ajuste y la mala situación de las arcas municipales no permiten realizar grandes inversiones, sin embargo, tampoco han salido adelante proyectos como el outlet de Pikolín, el futuro de Lestonnac, la reforma de La Romareda o la salvación de la factoría Averly, que finalmente fue derribada.

ZeC no ha definido su modelo de ciudad. Llegaron al consistorio con el anuncio de que dejarían a un lado los grandes proyectos para centrarse en los barrios consolidados. Además de una operación baldosas y aceras en marcha y la ampliación de los carriles bici, no ha habido muchos más movimientos en el área de Urbanismo. Esta parálisis ha sido criticada duramente por la oposición.

Para el PSOE es llamativo que, a 31 de agosto, tan apenas "se haya ejecutado poco más del 30%" de la partida del presupuesto destinada a inversión. Según la portavoz del área de Urbanismo, Lola Ranera, ZeC llegó al Gobierno abanderando la inversión en los barrios consolidados, pero, aseguró, la realidad ha demostrado que "era todo humo" porque se han olvidado de proyectos como la calle Oviedo o la avenida Cataluña. "¿Qué han hecho en El Rabal, Delicias u Oliver? Ninguna de sus necesidades se han satisfecho", cuestionó.

Según la socialista, el Gobierno "no tiene definidos sus objetivos", en cambio, dice, "sí que tienen dogmas y prejuicios que les han llevado a convertir conflictos artificiales" asuntos como La Romareda, Averly o Pikolín. "Sus banderas ideológicas solo han tenido como efecto el bloqueo de la ciudad", asegura. Y concluye que la nueva política "solo ha paralizado la ciudad y generado conflictos estando al frente de la política pero sin gobernar".

El debate sobre las necesidades de la ciudad ha sido escaso o nulo. Desde Chunta Aragonesista, su portavoz Carmelo Asensio reivindica el derecho de los grupos municipales a debatir y opinar sobre la viabilidad de grandes proyectos como la reforma del estadio de fútbol o la apertura de un outlet en Pikolín. "Tienen que permitir que estos temas se hablen en el pleno. Luego ya se verá si se ponen en marcha", explicó. Se mostró muy duro con las supuestas intenciones que, a su juicio, tiene ZeC solicitando más informes de los necesarios sobre determinados temas. "Me preocupa que sea su forma de dilatar en el tiempo la toma de decisiones, con las consecuencias que tiene", añadió. Para Asensio, es vital que se "desbloqueen" todos los expedientes que están en los cajones.

Aseguró que ZeC carece de modelo de ciudad y que se desconocen cuáles son sus planes en materia de urbanismo y movilidad. Aunque admitió que las arcas municipales no están para realizar grandes inversiones, sí que se debería comenzar a trabajar en el diseño de proyectos, sobre todo, en barrios como Valdespartera, Arcosur o Parque Venecia, que carecen de servicios esenciales. "No hay que olvidarse de que la ciudad ha crecido y que estos ya son barrios consolidados".

El PP también considera que el Gobierno municipal está creando problemas donde no los hay. "ZeC tiene un problema en el urbanismo, en el grande y en el pequeño", asegura el conservador Jorge Azcón. Denuncia que la tramitación administrativa de cualquier asunto ahora es más lenta. "Se trata de hacer la ciudad más amigable y tienen que facilitar la apertura de nuevos proyectos". Según el popular, el equipo de Santisteve se está creando sus propios problemas, como en el paseo Constitución, "donde ha montado un lío monumental" con su reforma.

Actualmente, en el ayuntamiento "hay más incertidumbre, y menos rentabilidad, pero más ideología política", asegura. Insiste en la necesidad de que Zaragoza vuelva a ser una ciudad atractiva y amigable, donde se cree empleo, no se bloqueen grandes proyectos como Torre Village y se priorice la calidad del servicio público.

Ciudadanos (C's) coincide en que la ciudad está "paralizada y con expedientes bloqueados". Así lo denuncia su portavoz, Sara Fernández, que respalda la puesta en marcha del Plan de Movilidad Sostenible para resolver el problema de transporte dentro de la ciudad y la conexión de esta con la periferia urbana. La formación naranja entiende las limitaciones que provoca "la dramática situación de las finanzas municipales", condicionando las políticas a corto y medio plazo. Por ello, insiste en la importancia de incentivar y proteger la capacidad emprendedora de los diferentes sectores empresariales "como principales motores que pueden mejorar la situación económica" y aumentar el gasto o la inversión en iniciativas sociales, servicios públicos o infraestructuras.

Para C's, ZeC "parece obviar a las grandes empresas, locales o no", que son las que emplean a la gran mayoría de los zaragozanos. "Criminalizar a este estratégico sector y limitar su capacidad inversora tiene, y podrá seguir teniendo durante años, un pernicioso efecto sobre la capacidad de desarrollo de la ciudad".