La planta aragonesa de Opel estaba ayer de celebración. De sus líneas de montaje salía el coche 12 millones, una cifra al alcance de pocas factorías automovilísticas en el mundo que se ha alcanzado en 33 años de actividad. La consecución de este hito llega además en un momento dulce para Figueruelas, que, tras años de incertidumbres, vislumbra un horizonte creciente en producción y, posiblemente, en puestos de trabajo.

Al coincidir con la campaña electoral, el protagonista del acto conmemorativo no fue esta vez ningún político, sino que recayó en el empleado número 12.000, Francisco Esteban Gil Cañete, al que todos llaman Paco. Este operario de producción (área de prensas) tuvo el honor de pilotar el coche 12 millones, un Corsa de color rojo (edition) en el que le acompañaba como copiloto el director general de Opel España, Antonio Cobo.

Millones de 'mañicos'

Esta fue la manera con la que la compañía quiso homenajear a la plantilla por su aportación a la larga trayectoria de la factoría. Paco, que trabaja en Opel desde 1989, ha vivido en primera persona el lanzamiento de todas las generaciones del Corsa y compartió desde el estrado algunas de sus anécdotas con este modelo. Una de ellas es que este turismo fue la "limusina" que utilizó el día de su boda.

Antonio Cobo, por su parte, felicitó a la factoría por los 12 millones de "mañicos" producidos, una cifra que demuestra la "gran confianza" depositaba por la compañía en esta planta, donde se han invertido más de 4.500 millones desde que fue inaugurada en 1982. En estas más de tres décadas, "ha habido momentos muy buenos pero también por alguna dificultad, pero con tesón, trabajo y esfuerzo se han superado las incertidumbres", señaló.

Tras las intervenciones, trabajadores y directivos soplaron las velas de una tarta fondant en forma de Corsa, obra de la repostera Virginia Mallén.